En la Casa Rosada y en el Ministerio de Economía aseguran que la clave es mantener la buena relación con Estados Unidos y los otros países que pesan en el organismo.
"Nos enteramos como todos, por los medios", dice un funcionario del Ministerio de Economía, con la noticia de la salida de Christine Lagarde todavía caliente. La principal oficina de ese organismo, la que ocupa Nicolás Dujovne, es la encargada de llevar adelante el contacto con la cúpula del FMI, entidad que el año pasado se convirtió en el mayor acreedor de la Argentina y en el auditor de las cuentas del Estado nacional.
En Economía dicen que, a pesar de que Lagarde se encontró el último fin de semana en Osaka con Dujovne y con el presidente Mauricio Macri, "no avisó" a los funcionarios argentinos acerca de su decisión de alejarse de la conducción del Fondo.
Cerca de Dujovne dicen que la salida de Lagarde de la dirección del FMI para buscar la silla más encumbrada del Banco Central Europeono afecta la relación de la Argentina con el Fondo. "No nos afecta, porque el préstamo lo otorgó el Directorio, que es el que representa a los socios del FMI", asegura ese funcionario.
El propio Macri se ocupó de aceitar la relación con Donald Trump, el jefe político de David Lipton, Primer Subdirector Gerente del FMI y hombre fuerte del Directorio. Con sus conversaciones con Trump, Macri fue quien impulsó el otorgamiento del préstamo stand-by y también quien consiguió los acuerdos para ampliar el préstamo primero y luego para hacer el retoque de la política monetaria que permitió estabilizar el dólar hace dos meses.
Dujovne, en tanto, se ocupó de aceitar la relación con los funcionarios técnicos del Fondo, encargados de revisar el cumplimiento del programa semana a semana. "Acá hablamos con los técnicos, porque si los técnicos dicen que algo va mal, el Directorio no va a aceptar los cambios que podemos necesitar", dicen cerca del jefe del Palacio de Hacienda.
El ministro de Economía construyó una rica relación personal con Lagarde, que comenzó en marzo de 2017 en Baden-Baden, la ciudad alemanda donde se reunieron los ministros de Economía y Finanzas de los miembros del G20. Tras ese encuentro, Dujovne se encontró con la directora en otros encuentros del G20 y también en las asambleas que dos veces al año convocan el FMI y el Banco Mundial. Incluso, en marzo del año pasado, en ocasión de la visita de Lagarde para la reunión de ministros del G20 en Buenos Aires, el ministro invitó a la economista francesa a cenar a su casa.
La relación entre ellos, sin embargo, tuvo un giro radical cuando, en mayo de 2018, el FMI otorgó a la Argentina el mayor préstamo de la historia del organismo multilateral de crédito. En ese momento, la vinculación de la francesa con la Argentina ganó el peso que tienen los diálogos entre socios.