Sello que gana, se toca. Contradiciendo una máxima deportiva, Cambiemos dejó de ser Cambiemos, pese a su debut triunfal en la Presidencial de 2015.
Hay una razón cuantitativa -no lo conforman los mismos partidos que hace cuatro años-, pero sobre todo cualitativa: con la variante de nombre, ahora Juntos por el Cambio, se refleja una apertura política que tiene su clímax en la presencia de un peronista clásico en la fórmula, el senador Miguel Angel Pichetto.
No es el único ejemplo de renovación. En esta tendencia, no hay excepción a la regla: los siete frentes que se anotaron para la próxima elección nacional son diferentes a los que participaron del comicio que coronó a Mauricio Macri hace cuatro años.
Cambiemos: nuevo nombre y el MID adentro
En la conformación de Cambiemos, el PRO, la UCR y la Coalición Cívica siguen como ejes centrales. También repiten fuerzas más chicas como Fe y el Partido del Diálogo. Pero la incorporación más importante es la del histórico MID, que en 2015 integraba el Frente UNA, que candidateó a Sergio Massa.
Respecto al nombre elegido, la palabra "Juntos" fue la que se usó en el debut de la alianza, cuando ni siquiera existía como tal, en Marcos Juárez en 2014. Luego, se repitió para la provincial de Córdoba, en 2015. Y cuando se suponía que se utilizaría a nivel nacional (Marcos Peña era un defensor del concepto), finalmente se optó por "Cambiemos". Hasta este miércoles.
Curiosidad: pese que la coalición tuvo su eje en la Ciudad (el PRO nació allí y Elisa Carrió hizo su base en el distrito), el sello Cambiemos nunca se llegó a usar en el distrito. Después de años de divergencias entre el macrismo y la UCR, ahora que hubo acuerdo ya no hay sello.
Kirchnerismo: chau al Frente para la Victoria
La elección de 2017, legislativa, había dado un adelanto. Salvo en un puñado de provincias, el desprestigio del kirchnerismo a nivel nacional había impulsado a sus candidatos a usar otro sello diferente al histórico FpV. La propia Cristina renegó de la sigla que había catapultado a su marido en 2003 y creó Unidad Ciudadana.
Ahora, se especuló con un Frente Patriótico Nacional, pero ya estaba registrado, y se optó por una sigla menos pretenciosa políticamente: Frente de Todos. Fue una salida para incomodarlo un poco menos al repatriado Massa. Pero, sobre todo, un truquito de marketing. Cero épica. Lo confesó este jueves el apoderado Jorge Landau: "El nombre se les ocurrió a los publicitarios". Detalle retro: en la segunda "o" conserva el solcito clásico de los sellos K.
Respecto a los partidos que lo integran, tiene como médula al PJ, a los clásicos kirchneristas Kolina, Partido de la Victoria, a estrellas fugaces hoy devaluadas como el Frente Grande y el PI, y suma, claro, al Frente Renovador massista.
Consenso Federal: ex progresistas, más algunos sueltos
El frente que acordaron sobre la hora Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey recoge bastante de la alianza que en 2015 postuló a Margarita Stolbizer para la presidencia, como el GEN, el Partido Socialista y Libres del Sur. También toma algunos partidos de UNA, la coalición que candidateó a Massa, como el Demócrata Cristiano y Tercera Posición.
El Frente de Izquierda, con Unidad
Es la alianza que casi mantiene su nombre, aunque por la suma del MST Nueva Izquierda (que en 2015 fue solo y llevó a Alejandro Bodart para la presidencia), al clásico FIT le sumó el concepto "Unidad". Verdad a medias porque otros partidos de izquierda, como el Nuevo Más, se mantienen afuera y presentarán candidatos propios. Ahora no necesitó inscribirse porque no es un frente.
El FIT llevará como candidato presidencial a Nicolás del Caño y completa la fórmula Romina del Plá.
Liberales, nacionalistas y de derecha
Los otros tres frentes que se inscribieron son "Despertar", del partido nacionalista Unir y la histórica Ucedé, que llevarán como candidato al economista José Luis Espert; el Frente "Nos", del Partido Conservador Popular y Nueva Unidad Ciudadana, que postula al ex funcionario macrista José Gómez Centurión y se presenta como la fuerza anti-abortista; y el Frente "Patriota", del ultraderechista Alejandro Biondini.
Para el 22, cuando cierran candidaturas, podrán sumarse los partidos que tengan personería nacional y que lleven postulantes con su sello, como el Nuevo Más.