Por una infección en la prótesis de su cadera, deberá ser operado por quinta vez en menos de dos años; la casa real tuvo que desmentir que fuera a dejar el trono.
El anuncio de que el rey Juan Carlos, de 75 años, volverá al quirófano por quinta vez en apenas un año y medio reavivó ayer en España las especulaciones sobre su posible abdicación en favor de su hijo, el príncipe Felipe, algo que ayer fue descartado rotundamente por la casa real.
"La abdicación es un acto personalísimo del rey, y el rey no se ha planteado en ningún momento la abdicación", aseguró el jefe de la casa del rey, Rafael Spottorno, en una rueda de prensa que brindó en el Palacio de la Zarzuela para dar detalles sobre la nueva operación del monarca.
"Tampoco está inhabilitado para el ejercicio de sus funciones, con lo cual no hay lugar a plantearse (...) la introducción de la fórmula de la regencia", añadió Spottorno, tras informar que el monarca será operado "en Madrid, en los próximos días", para sustituirle una prótesis infectada que se le colocó el año pasado en la cadera izquierda.
Se trata de la octava operación a la que se someterá el rey desde mayo de 2010, período durante el que también debió lidiar con varios escándalos que salpicaron a la casa real y abrieron el debate sobre la conveniencia de una posible abdicación.
La nueva intervención quirúrgica será dirigida por el doctor español Miguel Cabanela, especialista en operaciones de cadera y de rodilla en la Clínica Mayo de Rochester, en Estados Unidos.
La operación se produce por la infección de una prótesis que se le implantó al rey en noviembre de 2012, en la cadera izquierda, donde padecía artrosis y en la que se produjo un retroceso en las últimas semanas.