"Fui una embarazada muy hot... no sé qué pasará esta vez" dijo la movilera estrella de Desayuno Americano, que espera su segundo hijo, realizó una sensual producción y habló de todo.
Habían pasado cinco años de su última participación en la televisión argentina, cuando tuvo que abandonar Patinando por un sueño por el mejor proyecto de su vida: ser madre. Jimena Cyrulnik(37) dejó a un lado su prolífica carrera en los medios para priorizar su vida junto a su marido, el fotógrafoLucas Kirby, con viaje a México incluido, mientras desandaba el intenso camino de la maternidad con el pequeño Calder.
Pero llegó el momento en el que decidió que era hora de retomar su vida laboral y la propuesta llegó de la mano del regreso de Pamela David a la conducción de Desayuno Americano. Jimena se convirtió en la movilera estrella del ciclo y, a las pocas semanas, una nueva y feliz noticia la tomó por sorpresa: el embarazo de su segundo hijo.
Antes de saber de la llegada del nuevo integrante, la futura mamá se brindó entera al lente de su marido y realizó una sensual producción de fotos para Ciudad.com. “Me enteré bastante tardeporque coincidió con la fecha de empezar a trabajar y estaba bastante distraída. Tardé en hacerme el test y ya estaba de ocho semanas cuando lo supimos”, explica Cyrulnik.
Más sexy que nunca, Jimena vive los cambios físicos con tranquilidad y recuerda detalles de su experiencia con Calder. “En el pasado fui una embarazada muy hot, ja, ja, ja. No sé qué pasará esta vez teniendo un hijo en casa dando vueltas. Ya veremos, se te elevan las hormonas y te ponés muchísimo más voluptuosa. Todo lo que al común de los hombres les gusta”, asegura.
"El minuto a minuto es como un mal del que todos hoy somos viciosos. Es tremendo, te hace adicto, es una enfermedad necesaria".
Mientras aguarda la llegada de Calder del jardín y prepara su comida, Jimena se presta a una charla conCiudad.com y habla de su flamante trabajo, el “canibalismo” de la televisión, la maternidad y, por supuesto, de la sensualidad.
-¿Cómo te sentiste en la vuelta a la TV después de tanto tiempo?
-Lo último que hice en conducción o móviles fue conNicolás Repetto en El Trece, en 2005. Y en 2008, estuve en Patinando por un sueño hasta que dejé por el embarazo de Calder. Estoy feliz, la verdad es que yo trabajo desde que terminé el colegio, desde los 18 años. Mi único laburo siempre fue en la tele y fue como si no me hubiese ido. Me sentí súper cómoda desde el principio, segura, contenta, tranquila. La gente es bárbara y nos divertimos muchísimo. Estoy muy contenta, se genera muy buen clima. No me costó para nada y no hubo nervios.
-¿Sentís que cambió algo en los tiempos de la televisión? ¿Se volvió más inmediata, más caníbal?
-El minuto a minuto en la época de Versus no estaba. Siempre en un programa en vivo se trabaja bajo presión y mandás al corte cuando el canal con el que competís también lo hace. Hay internas en el vivo que siguen estando y el minuto a minuto altera bastante la esencia y la idea de cuando uno va a salir al aire con un programa. Es como un mal del que todos hoy somos viciosos. Es tremendo, te hace adicto, es una enfermedad necesaria. Eso es lo que más diferente veo. Hoy por hoy vivimos la era del reality show, con (Marcelo) Tinelli se empezó a gestar esto de que los temas que más interesan es la vida diaria de cada personaje. Mirá lo de (Fabián) Doman yEvelyn (von Brocke), que son súper mediáticos y a la gente le súper interesa. Hoy pasa más por ese lado, por meterse en la vida de los que laburan en el medio. A la gente le gusta más ver puertas adentro y acercarse a la gente. Es una tele más humana en ese sentido.
"No tengo complejo de inferioridad por estar laburando como movilera. No soy distinta, ni me siento inferior, buscaron a mi personaje de conductora en la calle".
-Trabajaste muchos años como conductora, algunas personas hubieran tenido reparos en volver a la TV en el rol de movileras...
-Yo no, cuando me lo propusieron hasta desde el canal mismo me tantearon: “No sabemos si vas a querer, si te va a divertir”. Me agarró con ganas de volver a laburar todos los días y estoy muy tranquila de quién soy y lo que puedo dar. No tengo complejo de inferioridad, porque estoy en la calle laburando, soy yo en la calle. No soy distinta ni me siento inferior, buscaron a mi personaje de conductora en la calle. Me dijeron: “Queremos que seas como Pamela en la calle, una mina que puede manejar un vivo, con experiencia, oficio y con tu frescura. Te queremos a vos en la calle y en el piso”. Me encantó la propuesta y no tengo complejos. Me hace bien conectarme con la gente, no se me caen los anillos. Sé que puedo conducir un desfile en Roma, hasta hacer una trasmisión desde Italia como hice con Telefe y conducir un programa en el prime time.
-¿Extrañabas conectarte con la gente?
-No es que extrañaba, porque mágicamente, a pesar de que estuve viviendo afuera en México un tiempo, cada vez que venía, desde los taxistas hasta la cajera del supermercado, la gente se seguía acordando de Versus y nunca sentí que se habían olvidado de mí. Nunca sentí el olvido de los años que había trabajado, el cariño sigue siendo el mismo en la calle. Son muchos años en el medio y la gente vivió conmigo muchas cosas, sienten que me conocen y vivieron conmigo muchas cosas. Haberme mostrado tan abierta me acercó mucho a la gente.
- El otro día hiciste una especie de confirmación del embarazo en vivo. ¿Cómo estás llevando este momento?
-No lo confirmamos absolutamente todavía. Estos días cumplo las 12 semanas de embarazo y ya en breve lo anunciaremos con bombos y platillos.
"Me preocupa tremendamente el tamaño al que van a llegar mis lolas, ja, ja. Estoy de verdad muy preocupada, tengo miedo de que empiecen a crecer y no paren nunca más".
-¿Y cómo te llevás con los cambios en tu cuerpo?
-En el embarazo de Calder aumenté 17 kilos, feliz de la vida, me di todos los permitidos y la pasé muy bien. Tuve una muy buena experiencia, tuve suerte porque sé que algunas no la pasan bien. Espero tener la misma suerte.
-Después de Calder, te operaste las lolas. ¿Te preocupa cómo pueden quedar después del segundo bebé?
-Me preocupa tremendamente el tamaño al que van a llegar, ja, ja, ja. Estoy de verdad muy preocupada, tengo miedo de que empiecen a crecer y no paren nunca más. Ya me estoy haciendo a la idea de mandar a hacerme algo especial. Con Calder me crecieron muchísimo y no tenía prótesis. Después de amamantar, me hice las lolas y me pusieron prótesis grandes. Ya están indomables y estoy por cumplir los tres meses, es tremendo. Me pondré un chaleco de fuerza, algo voy a inventar, ya veré.
-¿Tienen algún pálpito con respecto al sexo?
-Hay muchísimas ganas de que sea una niña. Con Calder estaba convencida de que era una nena, espero no errarle de nuevo. Pero como dicen todas, con que sea sanito o sanita, está todo bien.