Los embotellamientos de tránsito en las horas pico forman parte del paisaje urbano de todos los días. Pero en este caso, el camino es la cumbre del Everest y el colapso es una fila interminable de montañistas que sueñan con pisar el punto más alto del planeta.
El atasco de alpinistas a más de 8 mil metros de altura sobre el nivel del mar se convirtió en una trampa mortal. Este miércoles más de doscientas personas tocaron la cima más alta de la cordillera del Himalaya y batieron dos récords. El primero fue la cantidad de ascensos en una misma jornada; el segundo, la cantidad de víctimas fatales que murieron en solo 48 horas, con 5 personas fallecidas.
El estadounidense Donald Lynn Cash y la india Anjali Kulkarni murieron ayer luego de hacer cumbre (8.848 metros de altura); el guía de la expedición, Arun Trek atribuyó las muertes de los dos expedicionarios de 55 años al retraso en el descenso debido a la gran cantidad de montañistas.
Desde que las autoridades nepalesas liberalizaron el ascenso a esta montaña en los años 1990, las expediciones comerciales aumentaron y por lo tanto el número de alpinistas.
Al menos otras 140 recibieron permisos para escalar el Everest desde el flanco norte, en el Tíbet.
Tras soportar varias horas de "embotellamiento" en la altura, los indios Kalpana Das de 52 años, y Nihal Bagwan, de 27 años, también fallecieron cuando descendían. El quinto escalador muerto en los últimos dos días es un austriaco de 65 años, que tomó la ruta tibetana, menos transitada que la nepalí.
"Los expedicionarios se quejan de que hay que esperar dos o más horas para llegar a la cumbre", afirmó Gyanendra Shrestha, funcionario del ministerio de Turismo de Nepal, y dijo que al menos 250 alpinistas salieron del campo IV, a 7.900 metros de altura, durante la noche del martes.
El estadounidense Donald Lynn Cash murió el jueves: se desvaneció luego de tomarse una foto en la cumbre. "Nuestros dos sherpas lo ayudaron a recobrar la conciencia pero luego falleció", relataron desde la expedición Pioneer Adventure.
La cantidad de personas que hacen cumbre en el Everest viene batiendo metas año tras año. En 2018 se rompió el récord de ascensiones cuando 802 personas hicieron cumbre. También murieron cinco escaladores en el intento.
Ya son siete los montañistas fallecidos en esta temporada. La semana pasada murieron un indio y un irlandés que cayó por un precipicio cerca de la cumbre.
Los embotellamientos de escaladores se dan en esta época del año ya que abril y mayo son meses donde el clima es más benévolo.
Este año Nepal concedió para la temporada de primavera un récord de 381 permisos, al precio de 11.000 dólares por persona, según los últimos datos disponibles. Cada titular de un permiso va acompañado de un guía. Esto significa que unas 750 personas coinciden en la ruta. Otros presupuestos superan los 120.000, ya que se emplean varios guías para asistir a un solo "montañista".
El último embotellamiento en el Everest se había producido en 2012 cuando 260 escaladores trataron de hacer cumbre el mismo día aprovechando el buen tiempo, lo que causó grandes demoras en el escalón Hillary, una roca vertical de 12 metros que es el último obstáculo antes de hacer cumbre. Solo 179 personas lo lograron y cuatro murieron por el cansancio y el mal de altura.