Un grupo de artistas se manifestó de una manera inusual con el objetivo de visibilizar el "vaciamiento cultural" y "la falta de presupuesto en educación" del gobierno porteño
El domingo pasado una legión de zombies copó la ciudad. Ante la mirada de la gente que no entendía bien qué era lo que estaba pasando, los zombies recorrieron las calles de la zona del Abasto y también viajaron en subte. La protesta, organizada por el colectivo artístico militante "Fin de un Mundo", busca visibilizar el "vaciamiento cultural" y "la falta de presupuesto en educación" del gobierno porteño.
En diálogo con LA NACION, Sebastián Martí, uno de los integrantes del colectivo que nuclea a distintos artistas independientes, explicó la protesta: "Un zombie es un alienado. Y un proombie es un alienado político. Salimos a la calle así para expresar lo que pensamos del gobierno porteño, que este año con la represión en la sala Alberdi y en el Borda, sumado a la ola de clausuras en centros culturales independientes, mantiene un ataque constante a las opciones culturales que no responden a ellos".
"Nosotros queremos que el gobierno, ya sea de la ciudad o de la Nación, reconozcan a la cultura independiente. Pedimos que haya una atención del Estado para todas las organizaciones, hay muchas compañeras del teatro independiente que participan en el espacio y queremos que el estado reconozca y brinde apoyo material a estos proyectos", agregó Sebastián.
Qué es el Colectivo fin de un mundo. El colectivo nació el 12 de octubre del año pasado y nuclea a distintos artistas que quieren expresar una cultura crítica. Sin ponerse en las filas de ningún partido político, tienen su postura: no a la xenofobia, no a la represión, no al individualismo y no al miedo instaurado.