Amplió su declaración ante el juez Bonadio, y dijo que el diputado y su madre Cristina “decidían todo” respecto a las firmas Hotesur y Los Sauces. En cambio, minimizó el papel de Florencia.
El contador histórico de la familia Kirchner y arrepentido en la causa de los cuadernos de las coimas, Víctor Manzanares, volvió a declarar ante el juez Claudio Bonadio. Como imputado colaborado, volvió a hablar sobre cómo el ex juez Norberto Oyarbide sobreseyó a los ex presidentes en la causa por enriquecimiento ilícito. Pero ahora además se refirió al rol “protagónico que tuvo Máximo Kirchner” en las empresas familiares investigadas por lavado de dinero.
El ex contador de Cristina Kirchner empezó a declarar en una ampliación de indagatoria a las 11.15 del jueves y finalizó después de las 19.45. Una vez más, en su extensa confesión habló de la causa de enriquecimiento ilícito contra Néstor y Cristina Kirchner.
Se le preguntó sobre la documentación proporcionada al ex juez Oyarbide, que hace una década y en apenas cuatro meses terminó sobreseyendo al matrimonio Kirchner. “Resolvió el sobreseimiento sin un papel respaldatorio, sólo con fotocopias de la información que yo presente”, indicó ante las autoridades judiciales.
Como imputado colaborador en la causa de los cuadernos de las coimas, Manzanares reiteró los encuentros con Oyarbide, y cómo para ayudar a los ex presidentes le ordenaron responder a las indicaciones del operador judicial Javier Fernández.
¿Cuál era la preocupación del contador de los Kirchner? “Yo temía por el resultado de la pericia porque la documentación de algunos de los actos económicos no era suficientemente consistente desde el punto de vista legal”, expresó el ex contador.
Por ejemplo, durante el año 2008 Néstor Kirchner había vendido aproximadamente 13 propiedades que se transfirieron a Austral Construcciones y Rudy Ulloa, entre otros, “no estaban todas las escrituras, y algunas eran copias simples. Para el ex contador, era objetable que las propiedades se vendieron al círculo íntimo de los Kirchner. Entonces indicó que, aunque no podía afirmar que la venta de esos inmuebles “haya sido simulada, sí creo que la pericia fue laxa, fue liviana”.
En otro tramo de su indagatoria, el ex contador de los Kirchner se enfocó a las empresas familiares: Los Sauces ( inmobiliaria que tuvo como principales inquilinos a Lázaro Báez y a Cristóbal López) y Hotesur (firma hotelera investigada también por lavado de dinero).
Ya había contado cómo los Kirchner adquirieron propiedades para la inmobiliaria con algunas irregularidades en el registro de las mismas. En estas dos empresas Lázaro Báez cumplió un papel fundamental: sólo por la administración y explotación del Hotel Alto Calafate -perteneciente a Hotesur- garantizó 27 millones de pesos a la familia Kirchner. En alquileres de los inmuebles de la firma Los Sauces, junto a Cristóbal López aportaron el 86% de la facturación de la inmobiliaria, sumando unos de 30 millones de pesos al patrimonio de los expresidentes.
Entonces Manzanares explicó que antes de su muerte en octubre de 2010, “todo lo manejaba y decía Néstor Kirchner“. Era su mano derecha Osvaldo Sanfelice quien mes a mes le indicaba cómo y cuánto facturar para las empresas. “Sanfelice era el organizador y quien armaba los contratos de locación”, señaló.
Pero la estructura empresarial se modificó tras el fallecimiento de Néstor Kirchner. Manzanares dijo que quien empezó a cumplir un rol protagónico en las empresas familiares fue su hijo Máximo. Indicó que él hablaba permanentemente con el diputado nacional y que de él “recibía las órdenes sobre los montos a facturar en concepto de alquileres” y también lo relacionado con la empresa Hotesur.
Era el líder de La Cámpora quien “decidía y manejaba todo en las empresas“, reiteró su ex contador. Respecto a Florencia Kirchner, Manzanares sólo la mencionó como una integrante de las sociedades, pero dijo que ella “no decidía nada”. Entonces reforzó el concepto: “Máximo era quién decidía todo junto con Cristina Kirchner y el organizador era Sanfelice, quien respondía a estos dos últimos”.
Además reiteró que el líder de La Cámpora cobró una gran cantidad de cheques por anticipado de la firma Hotesur.
Máximo Kirchner se encuentra procesado tanto en la causa Hotesur como Los Sauces por lavado de dinero, y en el caso de este último expediente también como parte de la asociación ilícita que supuestamente comandó su madre para blanquear fondos.
La justicia encontró a la familia Kirchner responsable Incorporar dinero a su patrimonio a través de maniobras ilegales, que eran garantizadas por empresarios amigos. Ambas investigaciones ya fueron elevadas a juicio oral, aún sin fecha de inicio.
Manzanares ya había contado que cuando quedó detenido “no había confeccionado las declaraciones juradas de impuesto a las Ganancias de Cristina, Máximo y Florencia. Esa es una de las razones de abandono de Cristina y su familia hacia mí. El desastre de papeles y desorden me habría demandado varias semanas su confección. A ello se sumaba lo de Hotesur y el cambio de autoridades en la firma. Era mucha presión y demasiado riesgo, pues estaban por vencer las declaraciones ante la Oficina Anticorrupción y ambos, Máximo y Cristina, pretendían ser candidatos”.