Se trata de una resolución de Naciones Unidas que decretó esta fecha para "reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno".
Es un día para ser feliz, naturalmente! Desde 2013, las Naciones Unidas han celebrado el Día Internacional de la Felicidad como reconocimiento del importante papel que desempeña la felicidad en la vida de las personas de todo el mundo.
En 2015, las Naciones Unidas lanzaron los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que pretenden poner fin a la pobreza, reducir la desigualdad y proteger nuestro planeta —tres aspectos primordiales que contribuyen a garantizar el bienestar y la felicidad—. El pasado año, las Naciones Unidas invitaron a todas las personas de cualquier edad, así como a las escuelas, los negocios y los gobiernos, a celebrar el Día Internacional de la Felicidad y alcanzar los 17 objetivos con los Pitufos.
El país que impulsó la creación del Día Internacional de la Felicidad
La iniciativa para la creación del Día Internacional de la Felicidad partió de Bután, un país que desde principios de la década de 1970 mide el valor de la felicidad nacional sobre el de los ingresos nacionales.
Situado sobre el borde oriental de la cordillera del Himalaya, al sur de China y al noreste de la India, Bután es un pequeño reino budista con una superficie de 38.394 y una población que apenas llega a 800 mil habitantes, según datos de 2017.
El 2 de junio de 1974, a los 18 años, Jigme Singye Wangchuck se coronó rey de Bután tras la muerte de su padre y en su discurso dijo:"La felicidad interior bruta es mucho más importante que el producto bruto interno". Desde aquel día, esa filosofía ha guiado el modelo de desarrollo de este país, donde consideran que el modo de medir el progreso no está relacionado únicamente con indicadores económicos sino también con factores psicológicos o psicosociales.
Así, cada dos años, los ciudadanos de Bután deben completar una encuesta de 180 preguntas que incluyen aspectos para valorar bienestar psicológico, uso del tiempo, vitalidad de la comunidad, cultura, salud, educación, diversidad ambiental, nivel de vida y relación con el gobierno. De allí surge su famoso índice nacional de felicidad bruta o felicidad bruta interna.