Los avances de la tecnología al servicio de la medicina llegan a niveles impensados: hoy los padres pueden tener un acercamiento mayor a su hijo por nacer a través de la realidad virtual tridimensional. En qué consiste la técnica que aún en la Argentina está en etapa experimental.
La historia de Tatiana Guerra conmovió al mundo en el año 2015. Una mamá primeriza -Tatiana- y no vidente pudo conocer el aspecto de su bebé, aún no nacido, gracias la tecnología de impresión 3D. Esa historia llena de emoción y profundo amor no sólo recorrió el globo a través de las redes sociales con miles de reproducciones, sino que también alertó a los expertos en Ingeniería Biomédica y el advenimiento de las impresiones 3D aplicadas a la medicina de que se podía dar un pasito más.
Es cierto que la experiencia de escuchar los latidos del bebé y verlo moverse dentro del vientre materno es de las más esperada por las madres (y los padres) durante el embarazo.
Las mujeres hoy no se imaginan cómo sus abuelas habrán atravesado esos nueve meses de ansiedad y temores. Ellas pertenecen a una época en donde una ecografía era algo impensado para conocer el sexo del bebé, para detectar patologías que hoy pueden señalarse desde la gestación ¡hasta saber si en el útero había uno o más bebés!. Todo eso acontecía luego del nacimiento.
En la actualidad -y desde hace algunos años- gracias a la Ingeniería Biomédica y eladvenimiento de las impresiones 3D aplicadas a la medicina, es posible imprimir la ecografía y tener un acercamiento más auténtico con el niño por nacer a través de la realidad virtual tridimensional.
El beneficio de la innovadora técnica, que por el momento no se ha realizado en el país más que de un modo experimental, no sería solamente para obtener una mirada más cercana al bebé. Además, la tecnología permitiría ayudar a los médicos a detectar de manera muy temprana algún problema congénito del feto, porque también se puede ver la estructura interna de sus órganos vitales.
El doctor Damián Craiem es investigador del Conicet y docente de la Facultad de Ingeniería Biomédica de la Universidad Favaloro, una de las instituciones que fue pionera en el país en imprimir 3D con fines médicos. En diálogo con Infobae, contó que en medicina cardiovascular la técnica se utiliza para "anticipar a los cirujanos el escenario con el que se van a encontrar al momento de operar".
Craiem reforzó: "Imprimimos arterias y corazones a partir de la imagen de las tomografías a los médicos para que antes de que operen vean el panorama con que se van a encontrar -sintetizó el ingeniero electrónico y responsable del Instituto de Medicina Traslacional, Trasplante y Bioingeniería (Imettyb)-. Le sirve mucho a los médicos tener la imagen en la mano antes de la cirugía; suelen decirnos que al abrir es como si vivieran un déjà vu, como si ya hubieran visto eso que tienen delante por primera vez".
El video de Tatiana Guerra que conmovió al mundo
Las impresiones 3D de ecografías ya están patentadas en varios países del mundo como Japón y los Estados Unidos, pero en Argentina el desarrollo es aún incipiente. Ahí cobra dimensión la historia de Tatiana Guerra y lo que dejó.
El video que se hizo viral fue el trabajo de una agencia publicitaria Mood para la filial brasileña de la forma de pañales Huggies. Y la protagonista fue Tatiana Guerra, una mujer que perdió la visión a los 17 años que se sometió a una ecografía 3D. Sin que ella lo supiera, al acabar la ecografía le dieron una impresión en tres dimensiones del rostro y las manos de su futuro bebé, acompañada de un texto en braille: "Yo soy tu hijo".