El roedor Melomys rubicola ha desaparecido de su isla, Bramble Cay, en la Gran Barrera de Coral.
Es probable que un pequeño roedor que vivía en una sola isla en la costa australiana sea el primer mamífero del mundo que se ha extinguido por culpa del cambio climático, según informó un equipo de científicos en junio de 2016. Ahora, el gobierno de Australia ha reconocido oficialmente la extinción del Melomys rubicola.
Los expertos sostienen que el animal parece haber desaparecido de su hogar en la parte oriental del estrecho de Torres, en la Gran Barrera de Coral. El último en verlo fue un pescador en 2009, pero, tras varios intentos fallidos de atrapar un ejemplar a finales de 2014, los científicos lo declararon extinto.
Este roedor habitaba en Bramble Cay, una pequeña isla que está a un máximo de tres metros sobre el nivel del mar.
Los roedores fueron descubiertos en 1845 por europeos que visitaron la isla y, en 1978, la zona aún albergaba cientos de ejemplares. Pero desde 1998, la parte de la isla que no se sumerge durante la marea alta ha disminuido de cuatro a 2,5 hectáreas. Esto significa que la vegetación de la isla ha menguado y que los roedores han perdido casi el 97 por ciento de su hábitat.
«El factor principal responsable de la extirpación de esta población es casi sin lugar a dudas la inundación marina de este cayo de baja altitud, probablemente en diversas ocasiones durante la última década, lo que ha provocado una pérdida de hábitat drástica y quizá también la mortalidad directa de los animales», escribe el equipo, dirigido por Ian Gynther, del Departamento de Medio Ambiente y
Protección Patrimonial de Queensland.
«En islas bajas como Bramble Cay, los efectos destructivos de los niveles de agua extremos, consecuencia de fenómenos meteorológicos graves, se ven agravados por los efectos del aumento del nivel del mar provocado por el cambio climático antropogénico», añaden los autores.
En todo el mundo, el nivel del mar ha aumentado casi 20 centímetros entre 1901 y 2010, un ritmo sin precedentes en los últimos 6.000 años. En torno al estrecho de Torres, el nivel del mar ha aumentado a casi al doble del ritmo medio mundial entre 1993 y 2014.
Por lo tanto, los autores advierten de que este pequeño mamífero es solo la primera de muchas especies que corren un grave peligro por el calentamiento del clima.
«Sabíamos que alguno sería el primero, y aun así es una noticia impactante», afirma Lee Hannah, científico principal de biología del cambio climático de Conservation International.
Hannah ha publicado una investigación que sugiere que una de cada cinco especies podría estar en peligro por el cambio climático. Explica que las que viven en islas pequeñas y montañas son las más amenazadas, ya que tienen pocos lugares a donde ir cuando se produce algún cambio.
«No cabe duda de que algunas especies se beneficiarán del cambio climático, pero la mayoría tendrán áreas de distribución reducidas», añade Hannah.
Con todo, las personas podemos esforzarnos para mitigar los peores efectos, según él, diseñando áreas protegidas que puedan adaptarse a un clima cambiante, reubicando a la fauna silvestre cuando sea necesrio y reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.