En diálogo con Radio Río Cuarto, la subsecretaria de Educación, Mercedes Novaira, comentó sobre los proyectos de alfabetización del 2019.

“Todos estos programas tienen que ver con la vida de 100 empleados, 100 recursos humanos que dependen de nosotros, recibimos a esos 100 empleados para poder abordar las necesidades educativas del territorio de nuestra ciudad”, señaló y agregó que desde la Secretaría se han puesto en contacto con alrededor de 200 instituciones de la ciudad para poner énfasis en la implementación de políticas educativas vinculadas a la educación no formal.

La subsecretaria manifestó: “Haremos un gran esfuerzo para que más ciudadanos hagan realidad y puedan acceder al derecho de la educación, que sabemos que todavía hay gente que está afuera del sistema que ni siquiera saben leer y escribir”.

También hizo referencia al éxito que ha tenido los programas dictados el año anterior, en el cual se entregaron dos mil certificados, sólo en el programa de talleres culturales y 130 certificados con el programa de alfabetización. “Nosotros nos hemos preocupado mucho de trabajar en lo social y en lo educativo”, indicó Novaira.

Por otro lado dijo que este año, desde el programa de alfabetización, han articulado con los Trabajadores de la Economía Popular (Ctep) y dirigentes para las necesidades educativas de las familias porque quien no tiene terminada la escuela formal “pasa administrativamente en el sistema nacional a tener un casillero en blanco y a la hora de recibir alguna contribución del Estado, algún aporte, algún beneficio, algún plan, tiene complicaciones”.

Luego agregó: “Este sería un estímulo importante para nosotros, para redoblar los esfuerzos por la provincia y que sea la municipalidad el trampolín para estos ciudadanos que están en situación de analfabetismo y que pasen a poder estar incluidos en el sistema”.

Por último la funcionaria reveló que desde la Subsecretaría salen a hacer sus propios relevamientos y a tocar el timbre en las viviendas aunque “el problema es que quien no sabe leer y escribir no lo publica por vergüenza, entonces el Estado tiene que estar bastante despierto, inquieto, y tiene que ir a descubrir donde están estas personas”, concluyó.