El FMI, inquieto por el avance del déficit cero y el rumbo electoral, tendrá una reunión el lunes para revisar los ajustes realizados al gasto público y decidir si hay un cambio la banda de flotación del dólar.

El lunes se celebrará la tercera auditoría del Fondo Monetario Internacional, que se da de cada tres meses. Roberto Cardelli, el experto en Argentina, junto con su staff analizará, junto al gobierno las variables económicas. Si bien se hay una especie de paz cambiaria y una baja de las tasas, la prolongación de la recesión y la baja de ingresos fiscales muestran una señal de atención en relación al déficit cero.

Las elecciones de este año también son un tema a tratar para el Fondo Monetario Internacional. Hubo un aumento de recaudación en los últimos meses, que estuvo debajo de la inflación. A pesar de que crece más que el gasto primario, la duda es si el Ejecutivo va mantener esa diferencia a medida que las encuestas avancen. El FMI está preocupado por las medias que pueda llegar a realizar el actual gobierno en relación a su necesidad de aumentar su imagen positiva.

El equilibrio en la liquidación de exportaciones ayudó en el primer mes del año, pero puede haber sorpresas. Todo depende de si los diagnósticos del gobierno acerca de la recuperación de la actividad económica para el segundo semestre. La duda se origina en la figura de Dujovne, que negociará una posición menos drástica del FMI en cuanto al resultado primario.

La actualización de la “zona de no intervención” del Banco Central es otro tema a tratar en la reunión con la entidad financiera. Además, el gobierno buscará que el Banco Central pueda comprar más reservas para blindarse de una eventual corrida. Hay consideraciones que dicen que el FMI podría acceder a ampliar el tope de compra diaria hasta 100 millones o 150 millones de dólares.

Debido al escenario electoral que se avecina, el FMI también estaría buscando reunirse con actores de la oposición. Ya hubo una reunión con Sergio Masa, dirigente del Frente Renovador, en la anterior visita del FMI. Por otro lado, Felipe Solá, dirigente del justicialismo, hizo declaraciones al respecto. Comentó que le “encantaría poder reunirse con el FMI”.

Las elecciones del 2019 traen un panorama de incertidumbre en relación al programa económico que se dará luego de conocerse los resultados. El FMI no solo está atento a que "los números cierren", sino que también está pendiente de las jugadas de los dirigentes que buscan ser electos.