Durante el año pasado y aprovechando el efecto de la devaluación, los empresarios locales vendieron al exterior 356 mil toneladas de peso producto, es decir 81,7% más que 2017, equivalente a más de 39 mil toneladas.
A pesar de que el consumo interno bajó casi 4% a raíz de los grandes aumentos, las exportaciones de carne vacuna en 2018 fueron las más elevadas de los últimos nueve años, según un informe de la cámara industrial del sector.
De acuerdo con el informe, durante el año pasado y aprovechando el efecto de la devaluación, los empresarios locales vendieron al exterior 356 mil toneladas de peso producto, es decir 81,7% más que 2017, equivalente a más de 39 mil toneladas.
En total, se colocaron 556 mil toneladas de res con hueso y en el último mes de 2018 se registraron exportaciones por 37.234 toneladas de carne vacuna, volumen que resultó 129% superior al de diciembre de 2017.
Así lo reportó el último informe de la Cámara de Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA) que dirige Miguel Schiariti.
También destacó que en enero de 2019 el consumo per cápita de carne vacuna fue equivalente a 55,5 kilos, resultando 3,8% menor al observado en igual período de 2018.
En el arranque de 2019 el precio promedio en pesos de la hacienda en pie registró un importante rebote de 14,1% con relación a diciembre.
El ritmo de aumento del precio promedio de los cortes vacunos en los mostradores del Gran Buenos Aires (GBA) también se reactivó en enero.
En tanto, la faena de hembras es alta y sólo se puede comparar a las registradas a los enero de 2008 y de 2009, período en el cual el sector transitó la peor fase de liquidación de vacas y vaquillonas de las últimas décadas lo cual incide negativamente en el incremento del stock de la ganadería argentina.
La participación de las hembras en la faena total llegó a 47,8% en el arranque del año, 3,2 puntos porcentuales superior en a la de enero de 2018, cuando se ubicó en 44,6%.
Incide la creciente demanda de China y Rusia y sobre todo el elevado costo del dinero (aún a pesar de la reducción observada en las últimas semanas), factores que obligan a que los productores ganaderos decidan vender cantidades crecientes de vacas y vaquillonas a la industria frigorífica.
Según las estadísticas provisorias, en enero de 2019 la faena de hacienda vacuna se ubicó en 1,05 millones de cabezas.
El nivel de actividad resultó inferior tanto al comparar con el mes previo como con enero de 2018.
La menor oferta se habría explicado por los problemas climáticos que dificultaron la llegada de los animales a la industria.