"Hola, soy el hijo de Mario, viendo todas las publicaciones y comentarios, vengo a hablar yo sobre él. Ya que murió intentando salvarme, salvarme a mí... Todavía no puedo creer, lo tan cerca que lo tuve y ya no está. Fui la última persona con la que él habló. Me dijo...'Tené cuidado, te van a llevar las olas', y yo como idiota quería meterme a una ola más, hasta que no toqué suelo (...).
Así arrancó su dramático relato Tomás Petta Marinero, el hijo que fue salvado por su padre, Mario Petta Marinero, que terminó ahogado en la playa de La Serena, en Chile. Lo hizo con un texto publicado en la cuenta de su papá en Facebook.
Allí el joven relata los angustiantes momentos en el que se produjo la tragedia, cuando estaba surfeando y su padre decidió ir en su ayuda tras ver que había sido arrastrado por una ola. "(...) Intenté llegar hacia él y el mar me llevaba más adentro, cada vez me cansaba más hasta que lo llamé, se acercó a mí y trató de empujarme hacia la costa, hasta que no tocamos suelo los dos, estaba desesperado, pidiendo ayuda, un señor me llamó y me tiró una tabla de surf para poder sostenerme ahí, pero no llegué. Llegaron los salvavidas, me agarraron y les dije que mi papá estaba ahí. Tomaron a mi papá, lo subieron al bote y despues a mí. Yo estaba bien, mareado, mi papa pálido, vomitando agua como yo. Tenía pulso (...).
En su relato, Tomás cuestiona la atención que recibió su papá tras ser rescatado: "No sé qué pasó cuando llegábamos a la costa, lo subieron a la camioneta y le comenzaron a aplicarle RCP. Se hizo una ronda en la playa, todos pendientes de lo que pasaba, yo y mi mamá llorando, a los gritos. Mi papá inconciente. Nos dijeron que había reaccionado, al parecer era mentira, nos dijeron que iba al hospital de La Serena, también era mentira. Lo habían llevado a una clínica cerca de allí".
En el párrafo final de su carta, Tomás da más detalles: "Tuvimos que pedir ayuda a un tipo cualquiera para que nos acerque. Mi mamá no podía manejar. Llegamos a la clínica, gritando, hable con los salvavidas que me ayudaron, pudimos compartir palabras, yo estaba más tranquilo, mi mamá destruida. Ahora, por volver a San Juan, estamos más tranquilos, recibimos ayuda de muchas personas y les agradezco".
Mario Ariel Petta Marinero había llegado de vacaciones a La Serena junto a su mujer y sus tres hijos. Tenía 49 años, estaba retirado como infante de Marina y vivía en San Juan, donde tenía un taller de electricidad automotor.