En junio de 2016, Jorge Sampaoli era presentado como nuevo entrenador del Sevilla, un destacado equipo de la liga española de fútbol. El DT venía de un excelente paso al frente de la selección chilena, equipo con el que además de disputar el Mundial de Brasil ganó la Copa América de 2015 tras vencer a la Argentina en la final. Es decir, estaba en la cima de su carrera y los reconocimientos por su gran trayectoria se multiplicaban día a día.

Uno de ellos tuvo lugar pocos meses después de su llegada a España pero a kilómetros de distancia. Más exactamente en la localidad bonaerense de Capitán Sarmiento. Allí está ubicado el Haras Abolengo, un reconocido campo para la crianza de caballos de carrera, en donde decidieron bautizar un potrillo nacido en septiembre de ese año con el apellido del técnico argentino más exitoso del momento: Sampaoli.

El turf es uno de los deportes donde la superstición está a la orden del día y acaso la elección del nombre, además de rendirle un homenaje al entrenador, estuvo relacionada con augurarle la misma cantidad de triunfos que hasta ese momento había cosechado el DT y así poder venderlo a un muy buen precio. Los compradores se fijan en cada detalle. Según explicó Julio Menditeguy, dueño del haras, la elección se dio por dos motivos: el primero es que se bautizó con un nombre parecido al de la madre, "Sampania", para poder relacionarlos. Se trata de una práctica muy común en el mundo de los caballos. La otra razón fue que el día que nació Sampaoli, el Sevilla había ganado un partido. Entonces, no había mucho que pensar y todo encajaba perfecto.

Sin embargo, el plan no salió como lo esperaron, ya que nunca en Abolengo imaginaron que un año y medio después, cuando llegó la hora de poner a la venta al potrillo, comenzaría casi en paralelo el peor momento en la carrera del entrenador. La historia es conocida. Después de su paso por el equipo español, en 2017 Sampaoli fue nombrado como nuevo técnico de la Selección argentina pero los resultados no lo acompañaron y dejó su cargo envuelto en peleas con los jugadores y después de haber sido eliminado en octavos de final del Mundial de Rusia.

En abril de este año, Menditeguy comenzó a subastar al animal. Lo hizo tres semanas después de la goleada que sufrió la Selección contra España en juego preparatorio antes de la cita mundialista, algo que definitivamente complicó la venta del caballo Sampaoli al mejor postor. Es que, según el propietario del haras, nadie quería saber nada con el caballo. Su figura estaba vinculada a la ya pésima imagen que tenía el DT. Incluso llegó a considerar la idea de ofrecerlo después del Mundial, en caso de que la Argentina saliera campeón. Para su fortuna, no lo hizo, ya que el valor hubiese descendido aún más.

La idea instalada de que ese nombre traía mala suerte se afianzaba y las ofertas no llegaban. Pero todo cambió de un momento a otro. Un stud de Perú se fijó en el animal y, sin dudarlo, finalmente lo compró, aunque después admitiría que le sorprendió la nula competencia que tuvo durante la subasta. Sampaoli, el caballo, fue vendido en 640.000 pesos, divididos en ocho cuotas. Según explicaron sus nuevos dueños, para ellos el apellido del técnico nacido en Casilda es sinónimo de éxito. En ese país, dirigió a varios equipos chicos con los que obtuvo buenos resultados. Por eso no había mucho para pensar.

Sampaoli, el potrillo, hoy permanece en Capitán Sarmiento, a la espera de recibir la autorización de las autoridades de Perú para poder viajar a su nuevo hogar. Sampaoli, el DT, fue presentado la semana pasada como nuevo entrenador del Santos, en Brasil.