El avión de la canciller alemana Angela Merkel sufrió un desperfecto en su equipo de comunicaciones y tuvo que volver a Alemania poco después de haber emprendido su viaje a Buenos Aires.
El Airbus A340-313 "Konrad Adenauer" aterrizó en Colonia, y la comitiva quedó a la espera de una nave de reemplazo, según informan medios locales. Merkel tenía previsto aterrizar a las 6.05 del viernes en el aeropuerto de Ezeiza.
Una imagen que muestra el recorrido que realizó el avión de Merkel, que despegó de Berlín y tuvo que aterrizar en Colonia. REUTERS/Andreas Rinke
Según indoca Bild, la razón fue el desperfecto de "algunos sistemas electrónicos". Por razones de seguridad, el comandante de la aeronave decidió cancelar el viaje de 15 horas.
De acuerdo a un ingeniero aeronáutico local, el desperfecto "no es peligroso", pero es bastante caro para el operador. "Un tanque lleno de combustible es demasiado pesado para aterrizar, así que la mayor parte del combustible se bombea por la borda antes de aterrizar", señaló.
La primera actividad prevista de Merkel en el país era un desayuno de trabajo con el presidente Mauricio Macri en la Casa de Gobierno, pautado para las 8.55. Aún no hay datos que permitan confirmar si esa actividad se hará o será cancelada.
La canciller alemana tendrá, al margen de la cumbre del G20 en Buenos Aires, encuentros bilaterales con otros líderes, entre ellos los presidentes ruso, Vladimir Putin, y estadounidense, Donald Trump.
Así lo informaron fuentes del Gobierno alemán, que indicaron que los encuentros serán aprovechados para abordar diversos temas, no necesariamente relacionados con la agenda del G20.
El encuentro con Trump estará marcado por las tensiones comerciales entre la UE y EE.UU. mientras que la reunión con Putin podrá estar centrada en la nueva crisis de Ucrania.
Merkel también tendrá encuentros con el presidente chino, Xi Jingping, el primer ministro indio, Narendra Modi, y el jefe del Gobierno australiano, Scott Morrison.
Las fuentes oficiales explicaron que no está agendado un encuentro con el presidente francés, Emmanuel Macron, debido a que los que ambos mantienen son frecuentes y las reuniones como la del G20 deben aprovecharse para reunirse con líderes con los que el contacto es menor.
Foto tapa: EFE