Además de los padres, los profesores son aquellas personas que pasan más tiempo con los niños y aquellos que llegan a conocerlos bien y pueden apoyarlos cuando un problema se presente. Pero en ocasiones, no es fácil darse cuenta a simple vista cuando hay alguna situación que les resulte incómoda o problemática.
Por eso, una maestra ha pensado en una solución: crear un buzón de peticiones, para que sus alumnos puedan dejarle por escrito si tienen algún problema o situación en la que necesiten ayuda.
Julia Brown es profesora de Texas que buscaba una forma de ayudar a sus alumnos para que pudieran acercarse a ella cuando tuvieran algún problema o se presentara alguna situación incómoda. En ocasiones para los niños puede resultar vergonzoso pedir ayuda por temor a que otros compañeros les escuchen y puedan burlarse de ellos, por lo que decidió hacer un buzón de peticiones.
Lo llama la caja de "Yo necesito" y en ella invita a sus alumnos a que escriban en un pequeño papel la necesidad que tengan y no deseen mencionar en voz alta, comprometiéndose ella a resolverlo o buscar la forma de apoyarlos dentro de la misma semana.
Estoy probando algo nuevo en mi salón de clases. Estoy llamándola mi caja de "Yo necesito".
La dejaré con lápices y papelitos. Si un estudiante necesita algo que le resulta incómodo pedir en voz alta, puede anotarlo con su nombre y ponerlo dentro de la caja. Yo les responderé antes de que la semana termine.
Por ejemplo...
Necesito ayuda con una lección que ya terminamos.
Necesito material escolar.
Necesito ayuda con un problema con un amigo.
Necesito ayuda con otra asignatura.
Necesito un abrazo.
Necesito hablar con alguien sobre una situación en casa.
Necesito que me cambien de lugar.
Necesito ayuda con un compañero que hace bullying.
Solo quiero que mis estudiantes sepan que estoy ahí para ayudarles con lo que sea que necesiten. Veremos qué tal funciona.
La publicación de Julia rápidamente se viralizó y muchas personas aplaudieron su iniciativa. A veces para los niños es difícil buscar ayuda cuando tienen un problema, por lo que buscar canales que ayuden a facilitar la comunicación para hacerlo es algo que siempre deberemos buscar como adultos y así poder apoyarles.
Algunos días después, Julia publicó otra actualización en la que contaba cómo habían funcionado las cosas ahora que tenía esa caja especial en su clase. Ella comenta que la primera semana dos estudiantes pidieron ayuda sobre casos de bullying y éstos fueron resueltos de forma exitosa durante la semana.
Durante la siguiente semana, cambió un poco la dinámica y ahora pide a sus alumnos que todos dejen un papelito en la caja, aunque éste esté en blanco, para que así no se tan obvio para otros quién deja las peticiones y solo ella lo sepa.
Desde abrazos hasta asesorías después de clases, sus alumnos han apreciado su iniciativa e incluso hay quienes gracias a la caja, ahora se sienten con la confianza de asistir directamente con ella para comentarles de su petición.
Ver este tipo de propuestas y acciones nos muestra y recuerda que el papel de los maestros no solo se limita a enseñar conocimientos académicos, sino que ellos también pueden ser guía y apoyo para situaciones personales por las que estén pasando sus alumnos y que no siempre son visibles.