El exfuncionario habló en el juicio por los bolsos con dinero que intentó ocultar en el convento de General Rodríguez.
El ex secretario de Obras Públicas, José López, declaró en el juicio en su contra por los bolsos con dinero que intentó ocultar en el convento de General Rodríguez en 2016. El exfuncionario, que se encuentra detenido y que también prestó declaración como arrepentido en el expediente conocido como "cuadernos de las coimas K", habló de la relación que mantenía con Néstor y Cristina Kirchner y con Julio De Vido, y reveló que subió un bolso violeta a su auto que desapareció luego de su detención.
LAS PRINCIPALES DECLARACIONES
– "A mediados de mayo de 2016 fui citado a una reunión por Fabián Gutiérrez, y me dijo que necesitaba mover una plata de Daniel Muñoz, sin que se enterara su mujer. Me dijo que era una plata grande sin saber precisar el monto. Me dijo que era una plata de la política. Conversamos sobre algunos lugares, me dijo 'José, necesitamos que se cumpla perfectamente con este operativo; es lo mejor para todos, las consecuencias pueden ser tremendas para vos y tu familia'".
"El 13 de junio me llamó y me dijo 'hoy es el día'. Me puse paranoico, muy nervioso. Mi mujer no sabía, discutí con ella y se fue de casa. Ese 13 de junio, a las 23, me llamaron diciéndome que estaban llegando, que corte la luz de la casa, que desconecte la alarma de la computadora. Llegaron tres personas, dos en un auto y una en una moto. Bajaron los bolsos, me dijeron que tenía que tirar los tres celulares a los cuales me habían llamado (uno de Santa Cruz, otros de Baires -sic- y uno punto a punto). Me dejaron los dos celulares personales. Les dije que el lugar elegido era el convento de General Rodríguez. Me dijeron que si tenia un arma la lleve por cualquier cosa".
– "No hablé antes por temor a Cristina Kirchner, porque es vengativa. Yo sabía que los mensajes de Fabián venían de Cristina Kirchner, aunque él me decía que no quería que se entere la mujer de Muñoz".
– "Mi primera noche (detenido) me llevaron a un lugar con tres camas. Me acostaron en una de ellas y me esposaron de pies y manos. Me mostraron tarjetas de abogados que no conocía. Uno de apellido Núñez y otra era Fernanda Herrera, decidiéndome por esta última. La conocí en el juzgado de (Daniel) Rafecas, juez de la Capital que responde a los Kirchner. Ella me dijo que no tenía que declarar. Lo entendí como un mensaje claro de que no tenía que hablar hasta saber el libro. No me habló de estrategias, documentos ni honorarios".
– "No tengo dudas de que todo lo sucedido en las designaciones de mis defensas está relacionado con la persecución que venía sufriendo del gobierno al que había pertenecido. Me usaron como chivo expiatorio para una detención y condena rápida para mantenerme disciplinado. La venganza es la característica de quienes consideran que los traicionan".
– "Varias veces le planteé a De Vido que me quería ir. Mucho más cuando a principio del año 2011 me cita a una reunión con CFK en Olivos. Allí me plantea que podía ser parte del problema o de la solución y me muestra un cuaderno de Néstor. Kirchner era de tener reuniones individuales y anotaba todo lo que pasaba en esas reuniones. Yo conocía esos cuadernos pues allí anotaba todo. A Cristina le conté todo. Que había un sistema de recaudación en las obras viales, la metodología, que las partes del ministerio no sabían el sistema, que yo no sabia cómo era el OCCOVI (Órgano de Control de Concesiones Viales), pero creo que no me creyó porque mandó a hacer una auditoría".
– "Conocí al moseñor Rubén Di Monte en el 2003 en la oficina de De Vido con motivo de una audiencia que pidió con monseñor Oscar Sarlinga sobre la licitación de la basílica de Luján que se le había caído una cruz. Era algo que estaba bajo mi competencia y De Vido me pidió que participe en la reunión. En el convento de General Rodríguez vi a Julio de Vido, a su esposa (Alessandra Minnicelli), aAlicia Kirchner, al ex intendente de Avellaneda (Carlos) 'Cacho' Álvarez, a la jueza (María) Servini de Cubría. Di Monte tenía muchos amigos y conocidos".
– "Me enteré de que Fabián Gutiérrez se presentó ante la causa de los cuadernos como arrepentido colaborador. No conozco el contenido exacto de sus declaraciones. Pero me parece importante decir que si él tomó esa decisión Cristina ya debe estar programando represalias contra él o prepara todos sus movimientos".
– "Gutiérrez se fue de la función pública pero no se desvinculó de Cristina Kirchner porque siguió afectado a la acción de acompañar ese proceso. Su retiro fue por conducta personal de Gutiérrez, imprudente, en la que se decía que era un peligro. Puntualmente protagonizó un hecho, una pelea callejera en el hipódromo de Palermo festejando su cumpleaños. Estaba con amigos ya pasados de copas, lo quisieron sacar, él gritó que trabajaba en Presidencia, golpeó a un custodio, llegó la policía y hubo una causa. Cristina se enojó mucho, dijo que esto los exponía, porque un juez pidió informes a Presidencia para saber si era verdad el alarde de poder que hacía Fabián. La causa se cerró favorablemente para él, pero no sé cómo".
– "Fabián y Daniel Muñoz eran Néstor y Cristina y había que responderles como si fueran ellos".
– "Quiero pedir perdón a mi esposa, a mi familia, y a la sociedad en su conjunto. Cuando ingresé a la política lo hice en la confianza de que podía contribuir a cambiar la sociedad, con vocación de servicio, pero con el tiempo, cuando el poder es mal ejercido desde la cabeza que terminan envenenando el sistema, las conductas se desvían y se termina confundiendo a quién se tiene que servir. Y es muy difícil salir de ese sistema perverso. No utilicé este sistema en beneficio propio. Yo no me enriquecí con la política, perdí todo. Me arrepiento de no haber tenido el coraje suficiente para salir de esta situación. El miedo pudo más. Cuando cumpla mi compromiso con la Justicia, mi único objetivo es recuperar a mi familia y mi esposa. Mari, te amo y te quiero mucho, mi amor".