El hijo de Mercedes Sosa, Fabián Matus, dialogó con La Mañana del Limón, en un nuevo año en el que se recuerda el fallecimiento de la cantante más importante de Argentina y una de las referentes mundiales en cuanto a la música folclórica y popular.
Fabián Matus expresó con emoción que como hijo califica a Mercedes Sosa como una mamá excelente, “para una profesional como ella que era cantante, tener un hijo puede ser una limitación, pero ella lo resolvió muy bien, yo estaba rodeada de mis tíos y ella supo elegir a los mejores, porque tengo los mejores recuerdos en el día a día”.
Su hijo la recordó con alegría y con gratas palabras, “dejó muchísimo amor, era muy parlanchina, era chusma, pícara, charlaba mucho, hacía preguntas indiscretas, era bien mamasa, muy cuidadora, muy protectora de su gente. Ella llamaba todo el tiempo desde cualquier parte del mundo como si estuviera en Buenos Aires. Era una forma de estar presente, como amiga, como familiar”.
En relación al período en el que estuvo exiliada, Fabián contó que “no se llevó ningún rencor de lo que tuvo que vivir con el exilio o las persecuciones políticas, o con la censura, eso era una actitud militante, pero ella afirmaba que lo iba a seguir haciendo. Tal vez el único rencor no resuelto es el odio profundo que sintió hacia la mujer que hizo que ella y mi papá se separaran, cosa que hizo bien porque no hay que meterse con la gente casada”.
Fabián recordó en relación a la etapa del exilio que cuando Mercedes ya era grande decidió hacer terapia, “ahí descubrió cómo la había afectado su psiquis el exilio, toda la barrera que había construido para sobrellevarlo y eso derivó en una depresión que duró 9 meses y en perdió 35 kilos”.
El hijo de la cantante popular deslizó su recuerdo por los amigos riocuartenses de Mercedes, como Nora Dovis y Enrique González, “ángeles disfrazados de seres humanos, dulces, generosos”.
En relación a la situación actual, Fabián expresó que Mercedes cantaba para aquellos que la pasaban muy mal, sus destinatarios, para los que ella trabajaba, ella variaba de la tristeza, el enojo, el pensamiento punzante, tenía un manejo de la palabra increíble y de este modo manifestaba sus pensamientos.
En este día que se conmemora la muerte de Mercedes, su hijo manifestó sentir tristeza y asombro por el tiempo que ha transcurrido, “pero a la vez también me siento felizmente acompañado por toda la gente que te llama y uno comparte los recuerdos y se abraza frente a la ausencia”.