Entre 4,5 y 60°C se considera una temperatura peligrosa para los alimentos frescos, ya que dependiendo de la humedad y los nutrientes, con dicha temperatura se propicia el desarrollo bacteriano.
Por lo tanto, si queremos mantener inocuos los alimentos, la nevera puede ser de gran ayuda y te contamos cuánto tiempo puedes conservar los ingredientes más básicos en el refrigerador.
Frutas y verduras frescas
Los alimentos de origen vegetal no serán comestibles una vez que veamos signos físicos de deterioro. Mucho dependerá de la humedad o del contenido acuoso de la fruta o la hortaliza pero también, del grado de maduración con que los compramos.
Aunque muchos vegetales no requieren de su almacenamiento en la nevera, la mayoría puede conservarse por más de 7 días sin problemas, es decir, siendo comestible aun tiempo después de una semana tras haber sido refrigerado.
Sin embargo, debemos saber que a mayor tiempo de refrigeración mayor será la pérdida nutritiva, siendo por lo tanto recomendable acortar los días entre su compra y su consumo al mínimo posible.
Platos a base de verduras como guisados, sopas u otros pueden conservarse en la nevera por 3 a 4 días según la FAO.
Huevos
Los huevos frescos, con su cáscara sin haberlos lavado previamente para que conserven así su impermeabilidad y protección natural, se conservarán por 3 a 5 semanas sin inconvenientes en el refrigerador.
Los claras o yemas crudas (pero sin su cáscara) se conservarán por sólo 2 a 4 días, siendo siempre aconsejable en estos casos su congelado para una mayor vida útil.
Mientras que, los huevos cocidos se conservan con o sin su cáscara por una semana en la nevera, siendo recomendable embolsar o refrigerar en recipiente con tapa los huevos cocidos sin su cascarón.
Leche y yogur
Estos productos siempre deben consumirse una vez pasteurizados, ya que la leche cruda puede representar un riesgo para la salud por contener bacterias causantes de enfermedades.
Si usamos leche cruda previamente hervida su tiempo de conservación puede ser inferior a la leche envasada y pasteurizada previamente, y lo mismo sucederá si usamos yogur envasado o elaborado en casa.
Aproximadamente estos alimentos pasteurizados tienen un tiempo de conservación en refrigeración de 10 días desde su fabricación o varias semanas más si la leche es ultrapasteurizada, en este último caso incluso no se requiere refrigeración para su conservación en envase cerrado.
Una vez abiertos los envases, excepto que se vuelvan a tapar o sellar, los tiempos de conservación pueden reducirse considerablemente.
Quesos
A mayor dureza del queso menor contenido acuoso y por eso, menos probabilidades de que en su interior se desarrollen bacterias. De hecho, los quesos curados no requieren de forma imprescindible refrigeración para conservarse mientras que los de mayor contenido acuoso o frescos necesitan de la nevera para conservarse por más tiempo.
Los quesos más frescos o de mayor grado de humedad y menor contenido de sodio así como de grasas que favorecen la conservación, pueden permanecer en la nevera en buenas condiciones por aproximadamente 20 días, mientras que una vez abierto el envase y habiéndose oxigenado el producto el tiempo puede reducirse a una semana.Los
Los quesos semicurados o curados tienen tiempos de conservación muy superiores y casi siempre ello se indica en su envase en función del tiempo de curación, el grado de humedad y otras condiciones como por ejemplo, el posible agregado de aditivos conservadores o el envasado.
Carnes frescas
Las carnes procesadas no deberían formar parte de una dieta saludable y por lo tanto, no son considerados alimentos básicos.
En el caso de las carnes frescas debemos saber que aquellas picadas o molidas como pueden ser las destinadas a la elaboración de hamburguesas tienen una menor vida en la nevera: 1 a 2 días según la FDA.
La carne de res, cordero, cerdo, ternera u otra carne roja puede permanecer entre 3 y 5 días en el refrigerador en perfectas condiciones, excepto las vísceras como el riñón, corazón, hígado u otras que sólo se conservarán en buen estado por 1 a 2 días.
La carne de ave como la de pollo o pavo se conserva fresca en buenas condiciones por sólo 1 a 2 días.
Las sobras de carne en general, una vez cocidas, refrigeradas y bien tapadas pueden permanecer en la nevera por alrededor de 3 días, siendo en el caso de las sopas un tiempo menor de 1 a 2 días.
Pescados y mariscos
Los pescados y mariscos pueden ser fuente de otro tipo de bacterias o parásitos y por ello, su conservación en frío resulta clave para mantener estos alimentos inocuos.
Así, tanto pescados blancos como azules frescos se conservarán en la nevera por 1 a 2 días, siendo una vez cocido el doble el tiempo de conservación en buenas condiciones en el refrigerador.
Lo mariscos en general, frescos se conservan también por 1 o 2 días, mientras que el pescado en conserva como el atún al natural puede refrigerarse una vez abierto para conservarse por 3 a 4 días.
El pescado ahumado por el contrario, debido al procesamiento industrial que recibe y a su contenido en sodio, se conserva por 14 días aproximadamente.
Mantequilla y nata
En este caso tenemos productos con alto contenido graso, en el caso de la mantequilla con sodio en su interior (excepto versiones sin sal agregada) y en el caso de la nata con un elevado contenido acuoso.
En ambos casos el tiempo de conservación dependerá del agregado de aditivos, del envasado y del procesamiento industrial recibido, siendo una vez más siempre recomendable escoger productos pasteurizados.
En cada envase se verá la fecha de caducidad indicada por el fabricante aunque habitualmente se conservan por aproximadamente un mes tras su fabricación en perfectas condiciones.
Ya vemos que la refrigeración puede extender considerablemente la vida útil de los alimentos básicos, siendo por ello la nevera de gran ayuda al momento de conservar nuestra comida inocua.
Es clave para ello que la temperatura de la nevera se conserva estable a 4,4°C o menos y que permanezca limpia en todo momento para que los alimentos no se contaminen dentro de ella.