El Rojo jugó casi todo el partido con un hombre más ante Huracán, pero recién encontró el gol a los 42 minutos del segundo tiempo gracias a Samuel Cáceres
Cinco dolorosas fechas debieron pasar para que Independiente pudiera hilar un triunfo en su paso por la B Nacional. Cinco fechas que parecían no terminar nunca y que en su sufriente transcurrir se llevaron por delante a Miguel Brindisi y varias ilusiones.
Esta noche, en Parque Patricios frente a Huracán, el 1-0 no podía darse de otro modo: al Rojo no le sobró absolutamente nada pese a jugar 80 minutos con un hombre más, y encontró el gol a tres del final. Ahora, sus hinchas sueñan con que haya sido un punto de partida.
La jugada de la expulsión de Carlos Arano, por una altísima patada a Martín Zapata, cambió todo el panorama cuando iban apenas nueve minutos de juego. Sin embargo, el trámite resultó parejo, con una chance de Leonel Miranda para los de Omar De Felippe y otra de Leandro Caruso en favor de los de Antonio Mohamed.
Pero en el complemento, los de Avellaneda lograron inclinar mayormente la balanza a su favor. Tanto Federico Mancuello como Daniel Montenegro ejecutaron tiros libres desviados por poco, hasta que a los 42 el Rojo encontró el alivio. En una jugada de mucho vértigo, Diego Pozo le dio rebote a un tiro de Zapata y apareció Samuel Cáceres para empujar la pelota rumbo al desahogo.
Ya con los vientos a su favor, el ingresado Martín Benítez se perdió el segundo a manos de Pozo en tiempo cumplido. Independiente logró salir a flote, aunque habrá que esperar para saber si aprendió a nadar.