El Gobierno investigará si existe posición dominante y sesgo ideológico-político entre las empresas del sector. Ocurre luego de una fuerte disputa del mandatario contra Google y Facebook.
El gobierno de Estados Unidos anunció este miércoles una posible acción legal contra los gigantes de las redes sociales por las sospechas de posición dominante y de sesgo político.
Una declaración del Departamento de Justicia indicó que el fiscal general, Jeff Sessions, "convocó a una reunión con varios procuradores generales este mes para discutir la creciente preocupación de que estas compañías puedan estar perjudicando la (libre) competencia y sofocando intencionalmente el libre intercambio de ideas en sus plataformas".
Hace pocos días el presidente, Donald Trump, acusó a las grandes firmas tecnológicas de censurar y reprimir a las voces conservadoras en favor de las opiniones progresistas, alegaciones que las empresas negaron rotundamente.
La breve declaración del Departamento de Justicia, que se produjo al final de una audiencia en el Senado con altos ejecutivos de las redes sociales Facebook y Twitter, no ofreció pistas sobre si los funcionarios estaban considerando una investigación antimonopolio o alguna forma de acción reguladora.
Analistas de la industria tecnológica dicen que hay poca evidencia de que las firmas de internet estén filtrando contenido por razones políticas, pero que las compañías tendrían protecciones constitucionales contra cualquier esfuerzo gubernamental para regular sus algoritmos.
El martes, el presidente de la agencia federal reguladora de la comunicaciones, Ajit Pai, reclamó a las empresas de Silicon Valley que brinden más transparencia sobre cómo operan, lo que aumenta la posibilidad de regulaciones más estrictas.
"Tenemos que pensar seriamente si ha llegado el momento de que estas empresas cumplan con las nuevas obligaciones de transparencia", sostuvo Pai en una publicación de un blog.
Trump lanzó la semana pasada una advertencia a las gigantes Google, Facebook y Twitter a "tener cuidado", pero no llegó a amenazar con una regulación.
Daniel Castro, de la Fundación de Tecnología de la Información e Innovación, dijo que el propósito de la declaración del Departamento de Justicia no es claro, pero sí preocupante.
"Las plataformas de medios sociales tienen el derecho de determinar qué tipo de discurso legal permitirán en sus plataformas", dijo Castro a la AFP.
"El gobierno federal no debería utilizar la amenaza de la aplicación de la ley para limitar a las empresas a ejercer este derecho".
Eric Goldman, del High-Tech Law Institute de la Universidad de Santa Clara, dijo que sería problemático usar la ley antimonopolio como una forma de regular el discurso.
"Esta (declaración) me hace pensar que el antimonopolio no es el objetivo real, que el verdadero objetivo es la censura", dijo.
"Esta podría ser una acción amplia del gobierno para tratar de subvertir la Primera Enmienda", dijo Matt Schruers, de la Computer and Communications Industry Association, un grupo comercial que incluye Google y Facebook.
La audiencia en el Comité de Inteligencia del Senado se desarrolló en un ambiente distendido, en el que los legisladores y los ejecutivos hablaron de maneras para contrarrestar las campañas de manipulación en redes sociales emprendidas por actores extranjeros.
Twitter estaba "poco preparado y mal equipado" para las inmensas campañas de manipulación que afectaron a las redes sociales en los últimos años, reconoció su presidente ejecutivo, Jack Dorsey.
Dorsey afirmó que la plataforma estaba pensada para ser como una "plaza pública" pero que no fue capaz de manejar los "abusos, el acoso, los ejércitos de 'trolls', la propaganda de los 'bots' (cuentas automáticas)".
"No estamos orgullosos de cómo el intercambio libre y abierto ha sido manipulado y utilizado para distraer y dividir a las personas y a nuestra nación", dijo a los senadores.
La jefa de operaciones de Facebook, Sheryl Sandberg, por su parte, repitió los reconocimientos de Facebook por no tomar medidas enérgicas contra las campañas de influencia provenientes de Rusia que interferían con las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016.
"Fuimos demasiado lentos para detectar esto y demasiado lentos para actuar", dijo Sandberg al panel.
Google fue invitado a asistir a la audiencia del Senado, pero se negó a enviar a su director ejecutivo, Sundar Pichai, o Larry Page, el director de su empresa matriz, Alphabet.
En una audiencia posterior en un comité de la Cámara de Representantes, Dorsey negó cualquier sesgo político.
"Twitter no puede servir correctamente como plaza pública si está edificado alrededor de las opiniones personales de sus creadores". "Creemos que un factor clave de una próspera plaza pública es el derecho humano fundamental a la libertad de opinión y expresión", dijo.