En diciembre pasado se había anticipado otro ajuste de personal: entonces fueron 25 de Río Tercero y 28 de Villa María a los que no se les renovó el contrato. Por esos días, Fabricaciones Militares decidía además el cierre de su planta en Azul (Buenos Aires).
Como en aquella ocasión, la reducción de ayer involucró a las otras dos plantas (una en Santa Fe y otra en San Juan) y al personal de la sede central de Fabricaciones Militares en Buenos Aires.
Anoche, al cierre de esta edición, una muy nutrida marcha recorría calles de Río Tercero, con la presencia de autoridades municipales y representantes de casi todos los sectores sociales, institucionales y políticos. En esta ciudad, la Fábrica Militar es un emblema histórico y un ícono de su desarrollo industrial.
En Villa María, en tanto, también hubo movilización, con una convocatoria frente al Concejo Deliberante.
El gremio ATE evalúa las medidas de acción. Por ahora, en las plantas no hay paros.
Por la mañana, antes de conocerse el detalle de despedidos, el ministro de Defensa de la Nación, Oscar Aguad, admitía que no se renovarían “unos 200 contratos” en Fabricaciones Militares. En declaraciones a Cadena 3, Aguad dijo que el déficit de este complejo industrial estatal alcanza los 1.600 millones de pesos anuales. “Nadie puede pensar que el país, después de 70 años de dilapidar recursos y de la corrupción sistemática, pueda salir sin sacrificios”, señaló. “Estamos achicando las estructuras y redefiniendo el rol de Fabricaciones Militares. Y esto significa hacer sacrificios que son dolorosos, graves”, sostuvo.
Aguad señaló que Fabricaciones Militares tenía hasta ayer algo más de mil empleados y acotó que no se trataba de despidos, sino de no renovación de contratos.
Desde hace años, el 90 por ciento del plantel lo compone personal contratado. El gremio ATE lleva una década reclamando su pase a planta permanente.
Fabricaciones Militares posee cuatro plantas, tras haber cerrado hace seis meses la de Azul (Buenos Aires), que tenía 230 empleados.
Hasta ayer, las cuatro sumaban algo más de mil trabajadores.
La de Río Tercero (que produce químicos y tiene talleres metalmecánicos) ocupaba a 439. La de Villa María (dedicada a pólvora y a explosivos) sumaba 375 agentes.
Las restantes están en Santa Fe y en San Juan (la de menor tamaño).
Fuente: La Voz