Desde el 40% anterior, así como dejar de vender los dólares que obtuvo del acuerdo suscrito con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para evitar que la situación de Turquía se contagie al país latinoamericano.
En concreto, el Comité de Política Monetaria del BCRA, que no tenía previsto reunirse este lunes, ha acordado por unanimidad aumentar los tipos de interés en 500 puntos básicos como respuesta a la “coyuntura externa actual y al riesgo de que implique un nuevo impacto sobre la inflación doméstica”.
Además, la autoridad monetaria presidida por Luis Caputo se ha comprometido a no bajar los tipos de interés del nivel actual “al menos hasta el mes de octubre” de 2018.
La segunda medida que ha tomado el país austral ha sido dejar de subastar los 7.500 millones de dólares (6.584 millones de euros) destinados a la venta procedentes del primer paquete de 15.000 millones de dólares (13.167 millones de euros) entregados por el FMI. Actualmente, esa subasta se venía realizando a un ritmo de 50 millones de dólares (43,9 millones de euros) al día.
El Ministerio de Hacienda argentino ha justificado esta decisión por la “posición de liquidez en pesos” acumulada hasta la fecha. La suspensión de la venta de dólares se mantendrá vigente “hasta que las necesidades de pesos lo requieran nuevamente”, según ha informado el Ministerio.
En el marco de la crisis de la lira turca, la devaluación del peso argentino frente al dólar ha alcanzado este lunes máximos históricos, llegando a cotizar a más de 30 pesos por dólar. El 1 de enero de 2018, el peso argentino registraba un tipo de cambio de 18,6124 frente al ‘billete verde’.
Visita del FMI
Las medidas económicas tomadas este lunes por el país latinoamericano coinciden con el inicio de una visita por parte del FMI, que se extenderá hasta el viernes, para hacer un seguimiento de las metas que se comprometió a cumplir Argentina en el marco del préstamo de 50.000 millones de dólares (43.895 millones de euros) por parte del organismo internacional.
En este sentido, el BCRA también ha anunciado la puesta en marcha de un programa para abandonar las Letras del Banco Central (Lebac) como principal método de financiación.
La autoridad monetaria argentina seguirá usando las Lebac, que tienen un plazo de vencimiento de un mes, para financiarse. Sin embargo, el monto total a subastar tendrá que ser menor al que vence.
El objetivo del BCRA es reducir de forma gradual el ‘stock’ de las Lebac, que asciende a más de un billón de pesos argentinos (29.000 millones de euros), para “mejorar la eficacia de la política monetaria para combatir la inflación y reducir las vulnerabilidades en el mercado cambiario”, según ha defendido el banco central en un comunicado.