La intensa semana de indagatorias por los cuadernos de las coimas cobró intensidad el viernes por la noche con una segunda ola de detenciones, tal como había ocurrido hace diez días, después de que el juez Claudio Bonadio apresara al chofer Oscar Centeno.

Esta vez fue el turno de los empresarios Juan Carlos Lascurain, quien había declarado el jueves en una presentación que terminó con polémica por un enfrentamiento con periodistas que cubrían las declaraciones en Comodoro Py, y Raúl Vertúa, quien había cobrado $733 millones por la construcción del Gasoducto del Nordeste Argentino, que nunca concluyó.

Bonadio, además, dictó la orden de detención de los exfuncionarios kirchneristas Claudio Uberti, mencionado en varias oportunidades en los cuadernos de Oscar Centeno, y José María Olazagasti, exsecretario de Julio De Vido.

Uberti integraba el gabinete de De Vido en el período kirchnerista y se ocupaba del control de los peajes, como interventor en el Órgano de Contralor de las Concesiones Viales (Occovi). Cobró notoriedad en 2007 al ser procesado por el escándalo de la valija de Guido Antonini Wilson, que intentó ingresar ilegalmente al país unos $850.000, cuando ya estaba lanzada la campaña presidencial de Cristina Kirchner.

El exfuncionario kirchnerista aparece citado en los cuadernos como dueño de una de las propiedades a las que el chofer de Roberto Baratta iba a retirar dinero. Además de dictar la orden de detención, el juez Bonadio dispuso allanar su casa.

Según se detalla en los cuadernos de las coimas, el exfuncionario Uberti siguió participando de estas entregas aún luego de haber dejado la función pública.

Tras el escándalo de la valija de Antonini Wilson, Uberti fue desplazado del Gobierno. Más allá del cargo formal que desempeñaba, el Ministerio de Planificación le había asignado la misión de afianzar la relación con la Venezuela de Hugo Chávez, en una suerte de "embajada paralela", por donde se canalizaron varios negocios.

Hasta ahora, Uberti parecía estar fuera del radar judicial, pero los cuadernos de las coimas definieron rápidamente su situación.

Al caer la tarde del viernes, el juez Bonadio también dispuso el arresto del empresario Lascurain, quien había sido indagado el día anterior en Comodoro Py.

Tanto su detención, como la de Vertúa, serían consecuencia de la confesión del ex hombre fuerte de la Cámara Argentina de la Construcción, Carlos Wagner, quien brindó detalles de cómo funcionaba el circuito de sobornos de la obra pública.

Cuando se retiraba de los tribunales de Comodoro Py, el ex presidende de la Unión industrial (UIA) protagonizó un episodio violento, al golpear a un camarógrafo de Crónica TV, visiblemente fastidiado ante la consulta de los periodistas.

Luego de la agresión, Lascurain intentó disculparse y, respecto de su situación judicial, declaró: "No me arrepiento, porque no tengo nada de que arrepentirme". Al ser consultado sobre si conocía a De Vido, respondió: "Los conozco a todos".

En marzo pasado, Lascurain se presentó en los tribunales, al ser procesado por el delito de peculado y embargado por $60 millones por el juez federal Luis Rodríguez, en una causa en la que investiga desmanejos en el Yacimiento Carbonífero Río Turbio. Estuvo detenido 48 horas, pero recuperó la libertad.