Ese es uno de los resultados del que quizás sea el atlas celular más preciso de las vías respiratorias: un paso enorme de cara a entender mejor el asma, la EPOC o las bronquitis.
Por primera vez, tenemos una relación completa de todos los tipos de células funcionalmente relevantes en el sistema respiratorio. “Y eso está cambiando la forma en que pensamos sobre las enfermedades pulmonares”, explicaba Jayaraj Rajagopal, neumólogo del MassGeneral y coordinador de la investigación.
En busca del atlas celular
Con el avance de la tecnología de secuenciación de células individuales, los investigadores del Broad Institute of MIT y del Harvard and Massachusetts General Hospital (MGH) decidieron redoblar los esfuerzos dedicados para mapear con detalle las células de las vías respiratorias. Y si algo hemos aprendido este par de miles de años es que, cuando miramos algo de cerca, vemos cosas maravillosas.
El mejor ejemplo son, precisamente, los ionocitos. Se trata de una célula rara que representa menos del uno por ciento del tejido estudiado y que, quizás por eso, había pasado desapercibida. Lo curioso del asunto es que estas células expresan más que ninguna otra de su entorno el gen CFTR. Este es el gen que (cuando está mutado) produce la fibrosis quística.
Pese a que, como explicaba Rajagopal, "la fibrosis quística es una enfermedad increíblemente bien estudiada", la relativa escasez de dicho gen en las vías respiratorias representaba una incógnita en la génesis de la enfermedad. Ahora "estamos descubriendo una biología completamente nueva que puede alterar la forma en que abordamos" esta y otras enfermedades, continuaba el neumólogo.
Este hallazgo relanza la viabilidad de generar terapias génicas para abordar la fibrosis, pero también abre todo un nuevo terreno de juego para desarrollar tratamientos efectivos para enfermedades como el asma, la EPOC o la bronquitis. Es emocionante recordar que la era de la genética acaba de comenzar.