Gerda Taro, pionera del fotoperiodismo de guerra, recibe este miércoles el homenaje de Google, 108 años de su nacimiento. La alemana está considerada la primera fotógrafa en involucrarse en los frentes de conflicto bélico.

Taro (Gerta Pohorylle, su nombre de nacimiento) vivió apenas 26 años, pero ese tiempo resultó suficiente para que su mirada dejara su marca en la historia. Su trabajo más reconocido fue en la Guerra Civil Española, donde encontraría la muerte de forma inesperada en julio de 1937.



Subida al estribo de un coche de las Brigadas Internacionales, la aproximación de las fuerzas enemigas la hizo entrar en pánico y cayó al suelo. Un tanque republicano que daba marcha atrás la atropelló. Murió pocos días más tarde.

De hecho, en diciembre uno de los descendientes del médico que la atendió en El Escorial compartió una foto que su padre le tomó a Taro. En la imagen, inédita hasta entonces, se la ve agonizante sobre la cama.

La fotógrafa, de pasaporte polaco y miembro de la revisa "Ce Soir", mantuvo una relación personal y profesional con el húngaro Endre Ernö Friedmann, un vínculo típico de aquella Europa convulsionada.

Se conocieron en París, donde ella había huido tras la llegada de los nazis al poder en Alemania, y juntos pergeñaron la firma de algunas de las imágenes más representativas de su época.

Robert Capa --el nombre de fantasía que inventaron-- era un supuesto fotógrafo estadounidense de renombre en su tierra natal y de paso por Europa. Con esa maniobra, ambos trataban de aumentar la cotización de sus propias tomas.



Si bien Friedmann sería el portador del nombre Robert Capa, bajo esa identidad se firmaron imágenes tomadas por ambos. 
Hoy, a la distancia, los especialistas no pueden definir cuáles le pertenecen a uno y cuáles al otro.

Clarín