Es el primer ensayo de este tipo en el mundo. Lo llevó a cabo un grupo de investigadores japoneses en octubre y fue anunciado este viernes.
Investigadores nipones iniciarán esta semana un ensayo clínico para tratar el Parkinson utilizando células de pluripotencia inducida (iPS), la primera prueba de este tipo que se realiza para esta enfermedad neurodegenerativa.
La prueba clínica, que comenzará el miércoles, consiste en la implantación de células nerviosas sanas en el cerebro de los pacientes con el fin de complementar a las dañadas, según anunció la Universidad de Kioto.
El gobierno japonés dio luz verde al equipo liderado por el profesor Jun Takahashi del Centro para la Investigación y Aplicación de células iPS de esa universidad para comenzar el tratamiento en siete pacientes.
Las células IPS son pluripotenciales porque son capaces de generar cualquier célula del cuerpo. Son un tipo de célula madre de laboratorio, porque no lo son originariamente, sino que son derivadas artificialmente o "reprogramadas" a partir de una célula adulta que no era pluripotente.
Los investigadores ya hicieron pruebas en monos y comprobaron que ninguno de los animales desarrolló tumores cerebrales que se pudieran convertir en cáncer en los dos años posteriores al experimento, tal como advertían algunos expertos.
El nuevo tratamiento estaría cubierto por el sistema sanitario del país asiático y busca atender al creciente número de pacientes que sufre esta enfermedad, cerca de 160.000 personas en Japón, según cifras de la agencia japonesa Kyodo.
El Parkinson, la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente después del Alzheimer, reduce las neuronas productoras de dopamina en el cerebro y produce temblores en manos y pies y rigidez en el cuerpo. Suele presentarse a partir de los 50 años, aunque su prevalencia aumenta en las personas de mayor edad.
"Me gustaría que este tratamiento esté disponible para la gente lo antes posible", señaló el presidente de la Asociación contra el Parkinson, Kosei Hasegawa, en declaracionesa a la agencia Kyodo.
Las células iPS ya se utilizaron en Japón para realizar pioneros trasplantes de retina o para fabricar fármacos para tratar una enfermedad ósea extremadamente rara y de origen genético.
La Universidad de Osaka también planea utilizarlas para crear tejido muscular y tratar así los fallos cardíacos.