Las fotos de un paparazi a Wanda Nara reavivaron una vieja polémica. ¿Cómo se muestran las famosas en los medios y en las redes?
El miércoles pasado, los portales del país amanecieron con fotos de Wanda Nara y su marido, el futbolista Mauro Icardi, en las playas de Ibiza. No se trataba de unas fotos cualquiera, de esas que la archimediática pareja pone a diario para demostrar que siguen vigentes, que se divierten, que pueden darse lujos y volar en aviones privados como quien se toma el 25 de Ersa.
Esta vez, las fotos no las subieron ellos a sus cuentas, sino que fueron tomadas por paparazis, muy a su pesar y en un momento en el que se encontraban con las guardias bajas, sin presumir o insinuar nada.
Inmediatamente las redes posaron sus críticas más despiadadas sobre el cuerpo de Wanda, visiblemente diferente del que siempre muestra en las redes. Hubo dos clases de ataques: los que se fundaban sobre el supuesto mal estado físico de la rubia y los que justificaban esas críticas en el hecho de que ella siempre se muestra retocada, y que ese abuso era el que hoy le jugaba en contra.
Operativo defensa
Ni bien comenzaron a circular los comentarios maliciosos, algunas famosas salieron en defensa de Wanda y pidieron a los usuarios de las redes que dejen de presionar a las mujeres para tener cuerpos ideales. Cuerpos que, por cierto, muchas de ellas ayudan a instalar en el imaginario colectivo a diario, por las mismas vías que ahora criticaron: las redes sociales.Una de las primeras en defenderla fue Paula Chaves, reconocida amiga de las hermanas Nara. “Hermosa mujer Wanda, auténtica, madre de 5 hermosos hijos, dejemos de exigirnos tanto. Somos mujeres reales”, dijo la modelo, sin darse cuenta que justificar el cuerpo de Wanda por el nacimiento de cinco hijos no ayuda a la causa femenina, sino que no hace más que reproducir las mismas exigencias que se intentan demoler. ¿Sólo porque Wanda tuvo cinco hijos tiene el derecho a tener el cuerpo que tiene? ¿No podría estar conforme con su figura si no hubiera sido madre?
Otra curiosa defensa vino de Connie Ansaldi, quien apenas se enteró de la discusión en Twitter salió a desmentir que ese fuera el cuerpo el de Wanda. Para la panelista de Cortá por Lozano, la celulitis había sido “puesta” por un malicioso que retocó las fotos. ¿Tan difícil es pensar que alguien del espectáculo que vive de la exposición de su cuerpo pueda tener celulitis? Parece que sí.
Sobredosis de tevé y redes
Pero el caso de Wanda no se quedó en las redes, sino que fue a parar directo a la televisión y todos sus programas de la tarde.
“La única verdad es la realidad”, decía el periodista Luis Monti en Pamela a la Tarde mientras ponían en pantalla gigante las fotos de Wanda. Luego, para bajarle el tono a su crítica, dijo que las “imperfecciones” eran propias de un cuerpo real e invitó al resto del panel a discutir sobre el asunto. Inmediatamente, Pamela David lo frenó y le dijo que no había nada que discutir. ¿Si no había nada de qué hablar entonces por qué trataban el tema?
El colmo del debate llegó al programa Incorrectas, en el que Moria Casán llevó a un especialista en Photoshop para retocar a Wanda y dejarla de revista. El fotógrafo le achicó la cintura, le afinó las piernas y hasta le sacó la celulitis, ante la mirada de todas las panelistas, que no hacían otra cosa que decir: “Así está hermosa”, “Quedó divina”, “Está perfecta”. Las “incorrectas” una vez se pasaron de corrección.
Y mientras el tema se instalaba como trending topic y todos buscaban la palabra de Wanda, la rubia redobló la apuesta y, lejos de amilanarse, mandó a los medios unos videos de ella en malla como una forma de seguir demostrando que era una bomba sensual. ¿Los que la habían criticado iban a convencerse de lo contrario con esas imágenes? ¿Era necesario seguir echando leña al fuego? Claramente no.
Finalmente, el debate sobre el abuso del Photoshop y la imagen femenina lo concluyó con un posteo Jimena Barón. Mientras muchas famosas le pedían a los usuarios que no fueran tan exigentes con los cuerpos de las mujeres, Jimena hizo mea culpa y confesó que a veces detrás de una foto subida en las redes había una “búsqueda agotadora de la toma perfecta” y alegó que si bien ese juego a veces es divertido, lo que se muestra “no es la vida real”.
Quizás lo que realmente estuvo en disputa en este debate no era si el cuerpo de Wanda estaba de una forma o de otra, sino cuán real es la vida que nos cuentan los famosos en las redes y cuál es el derecho de los seguidores a comentar sobre eso.