El comienzo del partido fue inmejorable para Djokovic. El serbio le rompió el servicio al sudafricano en el primero y quinto juego del primer set y lo ganó por 6-2 en menos de media hora. Lo mismo sucedió en el segundo: logró dos breaks importantes en el primer y quinto juego y también se quedó con la manga por 6-2.
Ya en el tercero lo tuvo que luchar mucho más porque Anderson recuperó la movilidad y los primeros saques. Pero en el tie-break no dudó y lo ganó 7-3 para elevar un nuevo título en Wimbledon y el decimotercer grande en su cuenta personal.