Puede que con el curso escolar recién acabado, dejemos de tomar conciencia durante un tiempo de este gravísimo problema. Pero no debería ser así, pues el bullying no descansa en vacaciones, y cuanto más sepamos de ello, más armas tendremos para combatirlo y acabar con esta terrible lacra.
Por qué el bullying se gesta en la etapa de Infantil
Días antes de que finalizara el curso escolar, la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE) publicó un trabajo coordinado por el doctor Martínez Mendoza,-piscólogo y especialista en neurociencias y educación de la primera infancia-, dirigido a los maestros de Educación Primaria.
En él se aborda la problemática del bullying y su relación con la etapa de Educación Infantil, así como métodos y técnicas sociométricas susceptibles de ser utilizadas por los educadores para trabajar con la familia y los niños sobre determinadas condiciones y variables significativas.
El análisis mostraba que aunque el bullying no se manifiesta en la etapa de Infantil (o al menos no es lo habitual), sí que comienza a gestarse en este momento, y más concretamente en el último curso, en el que los alumnos tienen entre cinco y seis años.
Según los expertos, esta etapa es crucial para el niño ya que confluyen una serie de variables, entre las que destacarían principalmente dos:
Por un lado, el desarrollo mental y físico de los niños con estas edades, que les llevaría a desarrollar actitudes, conductas y comportamientos que podrían llegar a convertirse en dominantes cuando pasen a la etapa de Primaria.
Por otro lado, se ha observado que muchos de los niños que posteriormente se convierten en acosadores provienen de familias disfuncionales, por lo que este estudio pone el foco en la importancia de que el personal técnico y educativo de la etapa de Infantil preste una atención particular a los niños pertenecientes a este tipo de familias.
La importancia de las relaciones en el grupo
En cualquier caso, cabe recalcar que aunque el hecho de pertenecer a una familia funcional aporta condiciones favorables para un desarrollo general sano de los niños en su paso por la escuela, no quiere esto decir que vayan a ser "inmunes" a la posibilidad de convertirse en acosadores.
Y es que por desgracia, el tema del bullying es bastante complejo y no se limita en exclusiva a la educación recibida por parte de la familia, sino que entran también en juego otros factores como las amistades del niño, y las relaciones y el rol dentro del grupo escolar al que pertenzca.
Por eso, en la guía elaborada por AMEI también se pone foco en analizar cómo funcionan las relaciones de los niños en un grupo, ofreciendo a los maestros información muy visual y rápida para detectar rivalidades entre los líderes de los grupos, sus redes, los niños aislados, los niños rechazados, los inadaptados, los niños “isla” que forman un grupo aparte del grupo general...
Según AMEI, es imprescindible que los maestros, al igual que realizan valoraciones continuas sobre el desarrollo académico de sus alumnos, realicen también análisis para observar las relaciones entre los niños.