Se realizó el
primer Congreso de Archivos Históricos con el objetivo de pensar cómo los archivos pueden incorporarse a la tarea educativa.
Fue organizado por el Instituto María Inmaculada, el Archivo Franciscano y el Archivo Diocesano.
El director de este último, presbítero Juan Giordano, admitió que los recursos son limitados para la preservación de tanto material, pero se “va creando conciencia sobre el valor de los patrimonios”.
“El archivo histórico diocesano tiene su correlato contemporáneo que son los archivos de nuestras parroquias y el obispado. Eso se llama archivo corriente. Cuando pasa los 50 años de antigüedad los documentos comienzan a formar parte del archivo histórico”, explicó Juan Giordano.
Por señaló que tratan de incorporar la tecnología porque facilita mucho la conservación y la búsqueda a través de hacer inventarios y catálogos.