Se llama Pedro Henrique Blaco y dibujó 126 figuritas de cada jugador del Mundial de Rusia porque su mamá, cajera de supermercado, no tenía plata para comprárselas.

El niño, brasileño, tiene un don y lo utilizó a la perfección para llenar su álbum. Agarró todos sus lápices, un par de hojas en blanco y dibujó y pintó su propio álbum con las 126 figus e hizo una copia exacta.



Orgulloso, le mostró a su mamá y ella, aunque en un principio pensó que se reirían de él, "porque porque los otros chicos tienen y el de él es dibujado", se sorprendió cuando las reacciones fueron distintas, ya que la idea de Pedro se viralizó y así se convirtió en el más requerido de su escuela. "Usamos los dibujos de Pedro para motivar a los otros alumnos", relató María Cristina Herculani, profesora de Educación Física de la escuela a quien calificó como "un ejemplo".

En una entrevista con un canal brasilero, sostuvo que ahora busca ir más allá: "Quiero hacer una con todos los jugadores levantando la Copa", sostuvo.