“Desaparición forzada de persona” y “secuestro coactivo agravado” son las figuras penales de las que se valió el fiscal de Laboulaye, Enrique Berger, para ordenar ayer a la mañana las detenciones del productor agropecuario Jorge Rinaldi (64) y su yerno Gerardo Masneri.

Fue en el marco de la investigación de la ausencia de la ciudadana argentino-estadounidense Andrea Marina del Fa Svolos, de cuyo paradero no se conoce nada desde hace 2.828 días. Su nombre pasó a convertirse en un enorme signo de interrogación en el atardecer del 6 de diciembre de 2006, cuando tenía 37 años y estaba embarazada de ocho meses.

Se presume que aquella jornada, la mujer, con trastornos de bipolaridad y madre de cuatro hijos (aunque la Justicia le había retirado la tenencia de todos), había ido al encuentro de Rinaldi para pedirle un dinero que necesitaba para abonar la pensión donde vivía.

En el expediente figura que él declaró que se vieron en una estación de servicios, que le dio 100 dólares y que ella le pidió que le buscara un vaso de agua porque se sentía mal. Según el relato del empresario de 63 años, cuando regresó del minishop al auto, se encontró con que Andrea no estaba más y que le faltaban 1.800 dólares de la guantera.

Rinaldi está casado, tiene hijos y nietos, por lo que se supone que Andrea habría sido su amante, siempre según los datos que maneja la investigación.

Desde esa tarde de ese 6 de diciembre de 2006, no se supo más nada de ella ni del niño que llevaba en su vientre.

Aunque se realizaron diferentes allanamientos y excavaciones, jamás se encontró el cuerpo de la mujer, ya que todas las presunciones apuntan a que fue asesinada. De todos modos, al no hallar los restos, las imputaciones por ahora giran en torno a “desaparición” y “secuestro”.

Detenciones

Según confirmó a La Voz del Interior el fiscal Berger, las capturas se concretaron en un campo de la localidad de Salguero, próxima a la ciudad de Laboulaye, donde ambos trabajan.

Mientras que el arresto de Masneri constituyó una sorpresa para la madre de Andrea, la detención de Rinaldi era un viejo anhelo de la mujer, que ya lo había señalado como el presunto responsable de la desaparición mucho tiempo atrás.

El funcionario judicial dijo que existe “voluminosa prueba” y que la investigación incluye un abanico de fuerzas de seguridad: Homicidios de la Policía de Córdoba, la Policía Judicial, efectivos de Laboulaye, todos dirigidos por la fiscalía.

En abril último, este diario informó que Berger había ordenado una serie de excavaciones en las que participaron Gendarmería Nacional, el grupo GES de la Policía provincial, además de perros adiestrados que pertenecen a Tierra de Lobos, organización liderada por un particular, Pablo Frizzicaro, y que ya supo auxiliar a la Justicia en otras búsquedas similares.

Los operativos, que se extendieron varios días, se concentraron en hectáreas rurales que eran de Rinaldi o arrendadas por él, según confirmó el fiscal. “Se busca un cuerpo”, advirtió en esa oportunidad. Y adelantó, en aquel mes, que existían indicios que vincularían a Rinaldi con el caso.

Ayer, al informar sobre las imputaciones, Berger apuntó que como no se había hallado ningún cuerpo, las imputaciones eran por “desaparición forzada de persona” y “secuestro coactivo agravado”, la misma figura penal que se utilizó para condenar a los sospechosos de la desaparición del abogado cordobés Pedro Chirino (ver Antecedentes).

“Tenemos el suficiente grado de prueba para ordenar las detenciones”, agregó el fiscal. Aunque evitó explayarse sobre cuáles eran los elementos con que contaba para ordenar las detenciones, ya que aún resta que tome declaración a los imputados (trámite que se iba a concretar entre anoche y esta mañana), de otras fuentes de la investigación surgió que el entrecruzamiento de las antenas de los teléfonos celulares de los ahora detenidos habría sido una de las claves de la pesquisa.

El último que la vio

El ahora detenido, Jorge Rinaldi, fue la última persona que vio con vida a Andrea del Fa Svolos. Se encontraron en una estación de servicios hace siete años, desde donde desapareció y nunca se la pudo ubicar.


Fuente: LAVOZ.com.ar