Carlos Vives se comprometió a ayudar a Consuelo Córdoba, una mujer que en 2001 fue quemada por su esposo con ácido sulfúrico y que en septiembre pasado, tras hablar con el papa Francisco en Bogotá, desistió de la eutanasia. "Hoy tengo tiempo para compartir con alguien que necesita mucho amor y mucho apoyo. Le han hecho muchas entrevistas, le han tomado muchas fotos, mucho sensacionalismo y de aquello nada. Vamos a unirnos para ayudarla", dijo Vives durante una visita a Córdoba.
El intérprete, que sorprendió a Consuelo con una serenata, aprovechó para regalarle un disco autografiado. "Esto es un sueño hecho realidad. Nadie lo va a creer. Tomemos muchas fotos", dijo emocionada la mujer.
El 24 de junio de 2001
Consuelo Córdoba fue víctima de su esposo, quien en un arranque de celos le quemó la cara con ácido sulfúrico. Desde entonces Córdoba, hoy de 56 años, se ha sometido a 87 cirugías. Sin embargo, lejos de recuperarse la mujer desarrolló toxoplasmosis cerebral, una infección que la llevó a pensar en terminar con su vida.
Córdoba empezó a hacer los trámites para aplicarse la eutanasia el 29 de septiembre de 2017. A pesar de ello, su último deseo le cambió el pensamiento. La mujer quería recibir la bendición del papa Francisco, quien en septiembre realizó su primera visita a Colombia.
En la Nunciatura Apostólica, de Bogotá, se cumplió el encuentro y
tras intercambiar unas pocas palabras con el santo padre Córdoba aceptó el reto que le planteó: seguir luchando por su vida.
"Gracias a Dios se pudo dar este milagro. Me abrazó. Estoy feliz, le dije que me iba a hacer la eutanasia, que me ayudara, y me dijo que no, que no iba a hacer eso. Me aseguró que yo era muy valiente y muy linda", contó la humilde mujer a periodistas en ese momento.