Fecha de caducidad y consumo preferente
En muchos productos, encontrarás una fecha de caducidad y en otros una de consumo preferente, ambas señalan cosas diferentes y por ello merece la pena aclarar y distinguir ambos conceptos:
Fecha de caducidad: hace referencia a la fecha después del cual el alimento puede provocar daños en la salud si se ingiere. Es la fecha usada para alimentos muy perecederos o que no tienen larga vida como por ejemplo: leches, yogures y carnes que tienen alto porcentaje de humedad. Por encima de dicha fecha el alimento no se debería consumir, pues no se garantiza la seguridad sanitaria ni la inocuidad del mismo, por lo que podría ocasionar problemas de salud con su ingesta.
Fecha de consumo preferente: a diferencia de la anterior se utiliza para alimentos que poseen mayor vida útil, pues generalmente no son humedos y no perecen en corto tiempo. Esta fecha indica que pasada la misma el producto ya no ofrece la plena calidad que debería ofrecer, así puede haber perdido alguna de sus cualidades o no ser enteramente satisfactorio, pudiendo verse alteradas sus características organolépticas como el sabor, el olor o presentar un sabor rancio entre otras, pero que desde el punto de vista sanitario es totalmente comestible.
La fecha de caducidad es la que más debería guiar nuestras decisiones ya que un producto caducado (aunque puede no causar daños) puede conllevar riesgos para la salud y si decidimos ingerirlo es nuestra plena responsabilidad las potenciales consecuencias.
Por el contrario, la fecha de consumo preferente no implica riesgos para la salud, sólo cambios en el aspecto de un producto, el sabor, el aroma u otros, por lo que pasada la misma podemos perfectamente ingerir un alimento como puede ser una legumbre o un aceite y así, evitaríamos su desperdicio.
¿Puedo comer un yogur caducado?
Hay personas que siempre consumen productos caducados y debo reconocer que hasta un par de días después yo también he consumido algún que otro yogur que tenía en la nevera, aunque como dijimos antes, la fecha de caducidad nos señala que podemos estar ante un alimento que conlleva riesgos sanitarios.
No obstante, la clave está en el tipo de producto, ya que el yogur como tal tiene fermentos activos y a medida que pasan los días su acidez se acentúa reduciéndose el riesgo de microorganismos patógenos se reproduzcan en él. Así, un yogur natural sin más (no edulcorado ni con agregados como cereales o frutas) no debería llevar fecha de caducidad sino de consumo preferente ya que lo que se altera es sus características organolépticas y no su seguridad sanitaria.
No obstante, en el caso de leches de sabores, yogures con agregados o azucarados, carnes y semejantes, la fecha de caducidad debería ser determinante y para nuestra seguridad deberíamos respetarla, pues como dijimos, pasada la misma podemos sufrir daños sobre la salud si decidimos ingerir el producto.
La fecha de caducidad debería ser respetada, pues indica que después de la misma el producto no es seguro para la salud
Por el contrario, la fecha de consumo preferente no determina que pasada la misma debemos desechar el producto sino simplemente nos está indicando que la calidad del alimento puede no ser la que esperamos.
Ahora ya sabes que fecha de caducidad y de consumo preferente no son iguales y que de su conocimiento depende que desperdiciemos menos y protejamos la salud.