Azúcar
Bajo contenido en azúcares: el producto no puede contener más de 5g de azúcares por cada 100g en productos sólidos o 2,5g de azúcar por cada 100ml en productos líquidos. En este caso, azúcares se refiere a cualquier tipo de azúcar o edulcorante, incluídos los presentes en los alimentos.
Sin azúcares añadidos: para que un producto pueda llevar este etiquetado, no se le puede haber añadido ningún tipo de monosacárido -azúcares simples- o disacárido -combinación de dos monosacáridos-, ni ningún tipo de alimento utilizado por sus propiedades edulcorantes. Es decir, no se puede considerar que un producto no tiene azúcares añadidos, si contiene cualquier otro tipo de edulcorante, natural -como la miel o los siropes - o artificial. Además, si dicho producto tiene azúcares naturalmente presentes en el alimento debe indicarlo.
Sin azúcar: el producto no puede contener más de 0,5g de azúcares por cada 100g o 100ml. En este caso, se incluyen tanto azúcares añadidos como azúcares naturalmente presentes.
Grasas
En el caso de las grasas, se hace diferenciación entre la no presencia de grasas saturadas y trans, y la no presencia de ningún tipo de grasa.
Bajo en grasas saturadas: en este caso, la suma de ácidos grasos saturados y de ácidos grasos trans no puede ser superior a 1,5g por cada 100g o a 0,75g por cada 100ml. En cualquier caso, la suma de ácidos grasos trans y saturados no puede superar el 10% del valor energético del producto. Aquí te dejamos cómo diferenciar los tipos de grasa.
Sin grasas saturadas: la suma de grasas saturadas y de ácidos grasos trans debe ser inferior a 0,1g por cada 100g o 100ml.
Bajo en grasas: para que un producto pueda ser denominado así, no puede contener más de 3g de grasa por cada 100g, en el caso de los sólidos o 1,5g de grasa por cada 100ml si se trata de sólidos. En el caso de la leche semidesnatada, puede llevar hasta 1,8g de grasa por 100ml, pero es una excepción.
Sin grasa: para que se pueda indicar que un producto no tiene grasa, no puede llevar más de 0,5g de grasas por cada 100g o 100ml.
Sal
Igual que en el caso del azúcar, se diferencia entre productos sin sal añadida y productos que no incluyen sal ni añadida ni naturalmente presente en los alimentos. Conocer estos datos es importante porque los españoles tomamos el doble de sal recomendada.
Sin sal añadida: al producto no se le puede haber añadido sodio o sal ni ningún otro ingrediente o producto con sodio o sal añadidos. Además, el producto no puede contener más de 0,12g de sodio, o su valor equivalente en sal, por cada 100g o 100ml.
Bajo y muy bajo contenido en sal: para ser considerado bajo en sal no puede contener más de 0,12g de sodio -o su equivalente en sal - por cada 100g o 100ml. Para ser considerado muy bajo en sal, esa cantidad no puede superar los 0,04g de sodio.
Sin sal: en este caso, el producto no puede contener más de 0,005g de sodio por 100g.
Fibras y proteínas
Muchas veces encontramos productos que aseguran ser fuente de fibra y/o de proteína. Pero a qué se refieren exactamente con esto. ¿Cuánta fibra o proteína tiene que contener un producto para ser considerado fuente de?
Fuente de fibra: debe contener como mínimo 3g de fibra por cada 100g o 1,5g de fibra por cada 100kcal.
Fuente de proteína: las proteínas deben aportar, como mínimo el 12% del valor energético de dicho producto para poder considerarse fuente de proteína.
Otros términos distintivos
Light: lo primero en el caso de un producto light es que deben especificar en qué característica son light: azúcar, grasas, etc. Una vez establecido esto, para poder ser considerado light deben cumplir las mismas condiciones que los productos que llevan la etiqueta de bajo contenido. Es decir, si son light en azúcar, no pueden llevar más 5g de azúcares por cada 100g o 2,5 por cada 100ml.
Natural: para que un producto pueda considerarse natural cuando lleva de forma natural, es decir, no tratada artificial o industrialmente la condición establecida para cada caso. No se les puede haber añadido ningún componente de manera industrial.
Ecológico, bio u orgánico: son productos producidos sin fertilizantes, pesticidas, antibióticos y hormonas. Además, en el caso de ser productos procesados, al menos el 95% de sus ingredientes agrarios deberán ser de origen ecológico para poder llevar dicho sello. Legalmente no existe ninguna diferencia entre ellos, porque para poder llevar cualquiera de dichos nombres deben cumplir las mismas condiciones.
Tradicional: según el Ministerio de Agrucultura y Pesca este sello no hace referencia al origen del producto, sino que hace referencia a si dicho producto ha sido producido siguiendo la práctica o receta tradicional aplicable a ese alimento y si se han utilizado materias primas o ingredientes tradicionalmente utilizados para ese alimento.
La realidad es que llegar a entender y memorizar exactamente qué nos quiere decir cada producto con sus diferentes etiquetados y sellos puede ser un poco complejo, pero os dejamos esta lista para ayudaros a comprender aun más los etiquetados de los productos y su significado.