Un informe de UNICEF incide en que amamantar desde el minuto cero no es solo bueno para el bebé, también lo es para la salud de la progenitora.
Sabemos que la lactancia materna aplicada en la primera hora tras el parto, de forma exclusiva durante seis meses y hasta los dos años o más como alimentación complementaria es una de las “armas más poderosas para asegurar la supervivencia y bienestar de los niños”, explica UNICEF en su último informe El regalo de una madre para cada niño. Es más, “amamantar a todos los bebés desde el minuto cero y hasta, por lo menos, los dos años salvaría anualmente a más de 820.000 niños menores de cinco años”, subraya el organismo internacional. Además, la lactancia materna ayuda a que los pequeños crezcan, se desarrollen correctamente y mejoren sus capacidades cognitivas y emocionales. Pero no es solo bueno para ellos. ¿Qué ocurre con la salud de la madre?
Las madres también están protegidas. UNICEF señala que “la lactancia materna las protege de posibles hemorragias y depresión posparto, cáncer de ovario y mama, infarto y diabetes de tipo 2. ”Está demostrado que mejorar las cifras de lactancia materna en el mundo podría prevenir unas 20.000 muertes maternas por cáncer de mama al año”, añaden en el texto. Este dato se refiere a una investigación publicada en la biblioteca de los Institutos Nacionales de Salud de EE UU que concluyó que la lactancia materna protege contra el cáncer de mama u ovario.
En resumen, amamantar es la más efectiva práctica para proteger “la salud de los niños y las madres y promover el desarrollo y creciendo de los pequeños desde edad temprana”. “Promocionar, continúan, y favorecer que las mujeres pueden lactar debería ser una prioridad para los países, con el fin de mantener a cada niño con vida y crear sociedades saludables, inteligentes y productivas”.
Tras un análisis a 123 países, UNICEF concluyó que “la mayoría de los bebés del mundo lactan en algún momento, de los que un 95% recibe leche materna”. Estos datos varían entre los países más pobres y más ricos; mientras que en los países con las rentas bajas tan solo un 4% de los niños no amamantan, en los más ricos el 21% de ellos nunca recibe leche materna. Entre los datos más llamativos del informe cabe citar que, por ejemplo, en Estados Unidos un 74% de los bebés nunca ha amamantado o que en Irlanda, solo un 55% de ellos ha lactado.
Mejorar la lactancia en el mundo para todos los bebés
1. Crear entornos adecuados y positivos para la lactancia. Medidas como redactar leyes que garanticen que los permisos de paternidad y poder amamantar en el trabajo son críticos. Además, que los hospitales y expertos sanitarios informen, permitan y faciliten la lactancia tras el parto. En España, cada día es más común que en los centros sanitarios tras dar a luz, la matrona ayude a la nueva a madre a amamantar. El rito suele ser nacer, poner al bebé piel con piel y enseñar al recién nacido y a la madre a acoplarse, algo que debería suceder siempre, pero no ocurre en todos los lados, según explican desde UNICEF y reiteró hace unas semanas la Organización Mundial de la Salud. Los expertos señalan que tiene que haber también más restricciones en el marketing de las leches artificiales.
2. El apoyo del padre en la lactancia materna. UNICEF recalca que los maridos y parejas no “pueden subestimar esta práctica, por lo que es necesario su implicación en el proceso”.
3. La lactancia materna no es solo buena para los bebés que nacen a término. La organización recalca que amamantar desde el nacimiento ayudaría a todos los bebés. Esta organización, junto a la OMS, ejecutó una guía de 10 pasos el pasado mes en el que puntualiza: “Las directrices originales iban dirigidas al nacimiento ideal, a los bebés nacidos a término (en la 39 semana de gestación). En cambio, estas nuevas indicaciones también se dirigen a los prematuros, bebés con bajo peso o enfermos”. Por ejemplo, en España mejoraría la salud de muchos recién nacidos. Cada año unos 29.000 niños son prematuros, es decir, antes de la semana 37, y representan el 75% de los ingresos hospitalarios en neonatos, según los últimos datos ofrecidos por la Sociedad Española de Neonatología (SENeo). En Europa, son 500.000 los que lo hacen anualmente.
4. Expertos que apoyen las dificultades antes la lactancia. Se sabe que no hay leche materna buena o mala, pero muchas veces algunas madres se encuentran con un muro a la hora de amamantar a sus pequeños. Problemas relacionados con el enganche, el estrés, la mala ejecución, entre otros. UNICEF hace un reclamo a los países para que pongan a disposición de las mujeres asistencia especializada en la lactancia para ayudar a enfrentar las posibles complicaciones.
5. Salvo indicación médica, nunca hay que dar a un recién nacido un líquido distinto de la leche materna.
6. Que madre e hijo estén juntos desde el minuto cero y las 24 horas. Una técnica muy usada tras el parto y que consiste en colocar al recién nacido sobre el pecho de uno de sus progenitores. Los beneficios del piel con piel o método canguro son muchos. “Es un método que no necesita tecnología, pero que es de gran ayuda, sobre todo para los niños prematuros (nacidos con menos de 37 semanas) o que nacen con bajo peso (2.500 gramos o menos)”, aseguran los autores, concluyó el estudio 20 años analizando el método canguro vs. el cuidado tradicional. Según los autores, el MMC va más allá del contacto piel con piel. Además, para que sea eficaz, también requiere que la madre amamante a su hijo siempre que pueda y que se haga un seguimiento estricto de ambos por lo menos durante el primer año de vida. Este método "puede hacer que baje el número de prematuros que fallecen”.