El lunes se produjo un hecho histórico.
Se identificaron las tumbas de los soldados argentinos caídos en Malvinas y colocaron placas con su nombre y apellido. Así dejaron de ser “Soldados argentinos sólo conocidos por Dios”.
Esto fue a partir de que una fundación conducida por un veterano de guerra, se puso en contacto con los veteranos de guerra británicos y uno de ellos, Joseph Cardoza quien enterró a todos los argentinos, estuvo dispuesto a colaborar.
Sobre esta reparadora historia, para toda la sociedad argentina y en particular para la familia de los soldados argentinos caídos en la guerra de Malvinas, fue la columna de Mabel Sánchez.
De la mano de Guillermo Tepper, periodista de LT10 Radio Universidad del Litoral, logró tener el testimonio de Joseph Cardoza para Radio Río Cuarto.
Previo a
escuchar la historia de la mano de este ex combatiente británico, Mabel Sánchez comentó que la Universidad Nacional de Mar del Plata postulará al premio Nobel de la Paz al marplatense y excombatiente de la guerra de Malvinas, Julio Aro y al ex coronel de las fuerzas británicas, Geoffrey Cardozo, por el trabajo que realizaron en las islas para identificar a soldados argentinos que están enterrados en el cementerio de Darwin.
Por su parte, al gobierno nacional anticipó su apoyo a la iniciativa de la Universidad Nacional de Mar del Plata, por la cal prevén realizar una campaña de adhesiones.
Los dos exsoldados se conocieron en el año 2008 en Londres. Allí Julio Arto, le sobre la necesidad que tenían las familias argentinas de identificar los cuerpos de los soldados que estaban enterrados en el cementerio de Darwin.
Cardozo, que había guardado un informe realizado en 1982, le ofreció al ex combatiente argentino sus conocimientos y allí inicio un proceso histórico que permitió identificar 90 de los 121 cuerpos.
López y Ward, los personajes del breve texto que Borges escribió en 1985, murieron en la guerra de Malvinas. Con las siguiente palabras, el máximo escritor argentino de todos los tiempos, gran admirador de la cultura Britania, definió el contexto de esa guerra: “El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbolos. Esa división, cara a los cartógrafos, auspicia a las guerras”.