Apuran mejoras tras las 1.300 personas afectadas en junio. Para la Provincia, la contaminación del agua pudo deberse a una filtración de efluentes cloacales.
General Cabrera. Luego de que se detectaran en junio pasado más de 1.300 casos de gastroenteritis y la muerte de una nena de tres años que fue adjudicada a esa enfermedad, la Municipalidad de General Cabrera emprendió obras para mejorar la cantidad y calidad del agua que provee a los habitantes de esta ciudad de 12 mil habitantes.
Durante la epidemia, este diario reveló que para la Provincia la contaminación del agua pudo deberse a una filtración de efluentes cloacales. Estudios privados y de la oposición confirmaron problemas con una perforación.
“El pozo que pedíamos que sellen ya fue clausurado, estamos con problemas de abastecimiento de agua en todo el pueblo. Pero después de todo lo que pasó, se formó una comisión multisectorial de seguimiento y se emprendieron acciones de saneamiento. Hace una semana, todos aprobamos la contratación directa de una empresa que hará una exploración para una nueva perforación”, evaluó el concejal opositor Pablo Castro (PJ).
La intendenta, Carolina Eusebio, postergó durante tres días una entrevista con este diario y finalmente dijo no tener “ningún interés en hacer una nota”. Su secretaria transmitió que “tampoco se dará un informe por ahora”.
Medios locales informaron que, tras un monitoreo y estudios, el municipio selló definitivamente un pozo (en Mendoza al 1020) “por la corrosión y el óxido acumulado en más de tres décadas de uso” y encargó el encamisado de la cañería de otra perforación. Además se buscará un nuevo punto de extracción en el acuífero subterráneo, a 200 metros de profundidad, en la zona de la plaza central. Además se prevé comenzar a clorar y eventualmente envasar el agua que los vecinos toman de un surgente.
En total, se invertiría un millón de pesos para la infraestructura del servicio de agua. Las obras ya fueron autorizadas por Recursos Hídricos de la Provincia. En el municipio esperan que el servicio esté normalizado antes del verano, cuando aumenta la demanda.
Reclamo de vecinos
En el pueblo, los vecinos se quejan por la escasa provisión del servicio, indican que aún es baja la presión de suministro, y que camiones municipales tienen que salir a repartir agua por colegios e instituciones.