Como es habitual en la investigación penal preparatoria, al comienzo no se descarta ninguno de los elementos que surgen desde que se denuncia el robo. En esta causa, se consideran numerosas ideas que se han mencionado durante el viernes, desde lo relacionado con la actividad declarada sobre lo que manifiesta el damnificado hasta lo más alejado de sus dichos.

Robo a la administración. Aun si el monto declarado en el robo coincide con lo que se llevaron los delincuentes, resulta llamativa la presencia de tantos cheques en la administración de un consorcio. También resultó destacable para los investigadores que se encontraran en el departamento varias computadoras portátiles, además de un equipo de escritorio, que era el que se usaba para llevar la gestión.

Operación inmobiliaria. Durante la mañana circuló que los atracadores tenían “el dato” de una fuerte suma de dinero producto de una transacción inmobiliaria. En esta hipótesis, alguien “habría entregado” al damnificado.

Mesa de dinero. Una fuerte circulación de valores y billetes en una mesa de dinero habría atraído a la banda de pistoleros. Esto se ve apoyado por la gran cantidad de cheques que circula en esta actividad.

A su vez, también habría operado como atractivo la escasa vigilancia en el lugar, que otorga más oportunidades y menores riesgos que, por caso, el asalto a una sucursal bancaria.

Lavado de droga. La más arriesgada de esas ideas que se arrimaron a la investigación involucraría a un poderoso narcotraficante de la ciudad. Circularon versiones de secuestro de drogas en los vehículos que dejaron abandonados los asaltantes, que luego fueron desestimadas por las fuentes de la investigación. La ola de mensajes con especulaciones diferentes de las oficiales inundaron los grupos de WhatsApp de policías.

Fuente: La Voz