El jefe de Gabinete, Marcos Peña, se refirió a la movilización a la Plaza de Mayo que Pablo Moyano y algunos aliados anunciaron para el 22 de febrero y aseguró que si "creen que se puede condicionar a la Justicia con poner mucha gente en la calle, se equivocaron en la lectura de la realidad de una Argentina que cambió".
Desde el Gobierno interpretan que la movilización, que además se da de cara al inicio de las negociaciones paritarias, es una forma de ejercer presión para frenar el avance de la causa por presunto lavado de dinero y evasión impositiva que involucra al correo privado OCA y a la Federación de Camioneros.
La denuncia, presentada por la
PROCELAC, se abrió con información aportada por la Unidad de Información Financiera (organismo antilavado del Poder Ejecutivo).
"Creo que si él (Moyano) o cualquier sector piensa que una marcha debe condicionar a la Justicia comete un grave error"
Dijo Peña en una entrevista con La Nación.
En esa línea, el jefe de ministros aseguró que desde el Ejecutivo no están "atacando" al sindicalismo, aunque aclaró: "No aceptamos aprietes".
Por otro lado, Peño negó que exista una política de "disciplinamiento" del sindicalismo sino que se trata simplemente de un "problema" de quienes "no pueden explicar su patrimonio".
La marcha del 22 de febrero contará con el apoyo de un sector de la CGT, las CTA de Hugo Yasky y Pablo Miceli. Pero también dejó a la CGT al borde de la fractura, ya que pese a contar con el apoyo mayoritario de la Comisión Directiva y de los triunviros Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento) y Carlos Acuña (Estacioneros), los sindicatos de "Los Gordos" e "Independientes" decidieron no acompañar la postura confrontativa del moyanismo.
Fuente: Infobae