El caso de Nico es el que motivó una investigación de la Iglesia Católica que derivó en la acreditación del milagro atribuido al cura José Brochero.
"Nico" tiene 13 años (en octubre cumplirá 14). Su caso es el que motivó una investigación de la Iglesia Católica que derivó en la acreditación del milagro atribuido al cura José Brochero y, por ende, a su beatificación.
Cuando tenía 11 meses, Nicolás junto a sus padres y abuelos maternos, sufrió un terrible accidente de tránsito que le causó gravísimas heridas y el pronóstico médico se encaminaba hacia una "vida vegetativa". Los estudios clínicos decían que Nicolás, producto de los golpes sufridos, no iba a poder ver, escuchar, hablar ni caminar.
"El diagnóstico de vida vegetativa nos entró por un oído y nos salió por el otro. Nosotros sabíamos que Nicolás se iba a recuperar", cuenta Sandra Violino, la mamá.
A su lado, Osvaldo Flores relata por enésima vez el fatídico accidente ocurrido la noche del 28 de septiembre de 2000, en Falda del Cañete. Una camioneta sin luces se cruzó de carril y embistió al vehículo en el que iban él, su esposa y los padres de ella.
"En ese momento de desesperación, cuando veía que la vida de Nicolás se apagaba, yo estaba convencido de que el cura Brochero lo iba a salvar".
La recuperación de Nicolás fue asombrosa, según los médicos que lo asistieron.
El 14 de septiembre, él y su familia estarán en Villa Cura Brochero en la ceremonia de beatificación.