Un estudio del BID arrojó que menos del 27% usa la tecnología en su trabajo y que el 76% cree que la ciencia y la tecnología pueden poner en peligro los empleos.
¿Son los millenials una generación obsesionada y totalmente familiarizada con las nuevas tecnologías? ¿Cómo perciben la potencial automatización de algunos empleos actuales? ¿Qué busca y qué quiere la generación de la que tanto se habla? Una investigación del INTAL-BID analizó cuán preparados están los jóvenes de nuestro país para el cambio tecnológico, qué habilidades poseen y cuáles son sus percepciones y miradas sobre América Latina. Según este trabajo, no existe un único perfil de Millennial argentino: los jóvenes presentan visiones, hábitos, conocimientos y habilidades diferentes de acuerdo con su nivel socioeconómico, lugar de residencia, nivel de educación, género y edad. La investigación se realizó sobre una muestra representativa del total de los jóvenes de entre 18 y 34 años, y que fue complementada con un análisis cualitativo a través de entrevistas en profundidad.
Estos son algunos de los datos que se desprenden del estudio:
El 22% de los jóvenes no estudia ni trabaja. Este grupo, donde se destaca una alta proporción de mujeres que se dedican al cuidado de sus hijos y el hogar (57%), tiene un vínculo más distante con la tecnología e Internet. Y son quienes poseen menos dispositivos y conectividad en su hogar.
Solo un 27% usa la tecnología diariamente en su trabajo. Este valor es del 40% en la Ciudad de Buenos Aires (CABA), y se reduce al 23% en el interior del país y al 24% en Gran Buenos Aires (GBA). Lo mismo sucede con el sector socioeconómico: el 32% de los jóvenes de los sectores más altos usa la tecnología en su empleo, pero este hábito baja al 7% en el caso del segmento de menores ingresos.
El 23% de los hombres elige carreras ligadas a ingeniería, sistemas y computación, una cifra que se reduce al 13% entre las mujeres.
Los Millennials de los niveles socioeconómicos más bajos tienen una mirada más cautelosa frente al cambio exponencial: el 76% cree que la ciencia y la tecnología pueden poner en peligro los empleos, mientras entre los jóvenes de los sectores más altos esta percepción es del 48%.