Finalmente, Salvator Mundi, la obra en la que Leonardo Da Vinci retrata a Cristo, se vendió esta noche por 450,3 millones de dólares y se convirtió así en la pintura más cara de la historia. 

Era la noche más esperada y la de la polémica. Se subastaba una pintura de Da Vinci valuada en más de 100 millones de dólares, junto con un valioso lote de “arte contemporáneo”, con pinturas de Rothko y Basquiat. Ocurrió esta noche, en Nueva York, en la casa Christie’s. Pero la pieza central llegaba con algunas dudas.

Se trata de Salvator Mundi, un óleo que retrata a Cristo y fue pintado en una fecha cercana al año 1.500. La obra, que perteneció a la colección del rey británico Carlos I (1600-1649), se había vendido en 2005 en un remate público en Estados Unidos por menos de 10 mil dólares.



Tras ser estudiada, surgieron dudas y entusiasmo. Antes, se creía que la había pintado un discípulo de Da Vinci, Bernardino Luini. Pero, tras seis años de investigación y restauración, un grupo de expertos internacionales aseguró que se trataba de un Da Vinci auténtico.

Para la subasta de esta noche, Christie’s apeló al “consenso” entre los especialistas. Aunque otros, como la curadora Carmen C. Bambach -del museo MET de Nueva York- hoy siguen manifestando dudas. Entre otras: que no haya sido catalogada como obra propia de Da Vinci durante la vida del artista. 

“Salvator Mundi es una pintura de la figura más icónica del mundo por el artista más importante de todos los tiempos”, señaló el director del departamento de Arte Contemporáneo y de Posguerra de Christie’s en Nueva York, Loic Gouzer, al anunciar el remate.
“Pese a que fue creado hace unos 500 años, el trabajo de Leonardo es igual de influyente en el arte hoy como en los siglos XV y XVI”, agregó. En las colecciones del mundo, se conservan poco más de 20 piezas realizadas por el genio del Renacimiento italiano.



Hasta ahora, la pintura estaba en manos del multimillonario ruso Dimitri E. Ribolovlev y era la única obra de Da Vinci que permanece en manos de un coleccionista privado. Desde 2011, ya había pasado de manos en más de una oportunidad, siempre en cifras cercanas a los 100 millones de dólares. Ese año, además, se expuso en la National Gallery en Londres.

Minutos antes, un cuadro de Mark Rothko, Saffron, se vendió por 28,5 millones de dólares y una obra de Louise Bourgois, Spider II, salió en 10 millones.

El paquete que se subastó también incluía Sixty last suppers (1986) de Andy Warhol, un homenaje a La última cena de Da Vinci, uno de los trabajos más celebrados de la etapa final del artista pop.

Esta semana ya había marcado cifras impactantes. El martes, Sotheby’s vendió también en Nueva York Les amoureux (“Los enamorados”) de Marc Chagall por 28,5 millones de dólares, convirtiéndose en la obra mejor cotizada del artista francorruso.

Chagall concluyó esa pintura en 1928, durante su segundo exilio en Francia, donde vivió una de sus etapas más fructíferas, de la mano del gran amor de su vida, Bella Rosenfeld. Precisamente, el cuadro muestra a la joven Bella y al mismo Chagall abrazados.



Les amoureux es uno de los pocos lienzos de sus inicios que ha visitado las casas de subastas, motivo por el cual se ha convertido en el más codiciado. Esa subasta de arte moderno e impresionista incluía obras de, entre otros, Picasso, Monet, Magritte, Cézanne y Dalí. Los cerca de 70 lotes fueron vendidos por un total de 270 millones de dólares.

El lunes, por otra parte, la Christie’s vendió Labourer dans un champ (“Arando en un campo”, 1889), de Vincent Van Gogh, en 81,3 millones de dólares, muy cerca de tocar el récord de venta para el pintor, de 82,5 millones de dólares, por Portrait du Dr. Gachet (1890).