Tendría pruebas de que el régimen de Al Assad fue el responsable del lanzamiento de armas químicas contra la población. No obstante, aclaró que la ofensiva militar “no será unilateral”, sino que “incluirá a aliados internacionales”.
La inteligencia estadounidense dice tener ya lasuficiente cantidad de información como para aseverar que fue el ejército sirio del régimen de Bashar Al Assad el responsable del lanzamiento de armas químicas contra la población civil que la semana pasada dejó más de mil muertos.
La prestigiosa revista Foreign Policy asegura que se interceptaron conversaciones telefónicas entre los mandos sirios en los que se daban detalles de lo sucedido. “Poco después del espeluznante ataque químico en el este de Damasco, un funcionario del Ministerio sirio de Defensa mantuvo conversaciones telefónicas en pánico con el jefe de la unidad de armas químicas, pidiendo respuestas sobre lo sucedido”, dice el informe basado en altas fuentes de inteligencia de Washington.
Toda esta información está siendo recopilada por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional y seguramente será dada a conocer por el presidente Barack Obama en las próximas horas cuando ordene comenzar el ataque misilítico contra las posiciones militares en Siria.
Aquí en el Mediterráneo está la flota preparada para actuar. Además de los cuatro cruceros -el USS Gravely, el USS Barry, el USS Mahan y el USS Ramage- que cargan unos 100 misiles Tomahawks, hay otros dos submarinos con la capacidad de lanzar otras 150 de estas armas. Del otro lado, en el Golfo Pérsico, se encuentran los dos portaviones más importantes en el área, el Nimitz y el Truman, desde donde pueden partir los F-16. También tiene una flotilla de estos aviones actualmente en Jordania, así como baterías Patriot. Gran Bretaña cuenta con un crucero en la zona y sus Harrier operan desde la base de Chipre. Los franceses tienen al menos un submarino y un portaviones listo en Toulon.
De acuerdo a la información que maneja la oposición siria aquí en Beirut, toda la maquinaria bélica será puesta en acción sólo para “castigar” al régimen de Bashar Al Assad y no “quitarlo del poder”. “Será algo de dos o tres días. Le van a destruir unas cuantas unidades militares y de comunicaciones y ya está”, dijo el activista que actúa en forma clandestina desde El Líbano. “Pero eso no le va a hacer nada. Sabemos que ya están vaciando todos los lugares que van a bombardear. Cuando termine el ataque se van a reír de todos nosotros”.
Y la verdad es que Obama está haciendo caso omiso a uno de los grandes principios de la guerra: el factor sorpresa. Y está basado precisamente en lo que decía el activista rebelde, Estados Unidos no quiere cambiar el curso de la guerra si no tiene un cierto control o seguridad de lo que va a venir. Teme, por sobre todo, que con la llegada de los rebeldes al poder se abra una caja de Pandora desde la que salgan grupos jihadistas asociados a la red terrorista Al Qaeda que, se sabe, están actuando y controlando territorio dentro de Siria.
El mayor temor, ahora, acá en Oriente Medio son las amenazas tanto de Irán como del Hezbollah libanés, aliado de Al Assad, de emprender represalias por el bombardeo occidental atacando a Israel. El primer ministro Benjamin Netanyahu llamó esta mañana a una reunión urgente de gabinete y las fuerzas armadas israelíes se encuentran en alerta máxima. La población agotó la existencia de máscaras antigás. Temen un ataque químico.
En tanto, en Damasco, los inspectores de las Naciones Unidas que se encuentran investigando el origen del ataque con armas químicas, lograron llegar finalmente en la zona de Al Ghuta Al Sharkiya donde los rebeldes del Ejército Libre de Siria los esperaban para escoltarlos hasta los barrios afectados por los gases venenosos lanzados el pasado 21 de agosto. Aunque pareciera que ya toda esta misión no será relevante para determinar el ataque occidental a Siria.