La cirugía abdominal es una intervención compleja en la que se extrae una parte del colgajo de piel, y para la que se realiza una incisión para tensar el músculo y lograr un abdomen lo más plano posible.

La kinesióloga Natalia Ferraro explicó que estas cirugías son muy comunes en personas que han perdido mucho peso, y en mujeres después de varios embarazos.

El trabajo del kinesiólogo recuperar la tonicidad muscular y evitar las cicatrices puede empezar una semana después de la cirugía, o de manera tardía ya que se trabaja con diversos métodos. Ferraro comentó que las sesiones duran de 45 minutos a 1 hora, y lo ideal es realizarlas todos los días para evitar que la cicatriz se vuelva patológica.

La kinesióloga explicó que trabajan en forma interdisciplinaria con el médico, y remarcó que también se tiene en cuenta que el paciente se cuide de los esfuerzos físicos, y que se alimente bien y haga actividad física controlada.