Comunicadora, artista, apasionada, caminante tras los pequeños asombros de la vida. Un ser a quien la realidad social le afecta y desde su lugar trata de construir un mundo mejor.
-Cuando mirás al espejo, ¿a quién ves? A alguien que ha luchado mucho y aún le quedan varias cosas pendientes.
-¿Te gusta ser mujer? Nunca me lo cuestioné, pero me encanta serlo, sobre todo desde que pude dar vida que es la experiencia más maravillosa del ser humano.
-¿Cómo son tus sueños? Algunos de mis sueños los he cumplido, otros están en camino, pero cuando vuelo trato de que mis sueños sean posibles, alcanzables es como un mecanismo de autodefensa para no frustrarme.
-¿Por qué elegiste lo que hacés? La Comunicación es la profesión de mi vida a la que siempre me he dedicado, primero en los medios y después en la consultoría. La elegí porque me encanta la conexión con el otro, dejarle algo. Al mismo tiempo busco otra forma de comunicación con la gente a través de la pintura, un canal de expresión que no elegí sino que me eligió y a través del cual intento transmitir las emociones que me surgen en el momento.
-¿Cómo te sentís con tus curvas de mujer? No tengo muchas, pero me siento bien.
-¿Qué ves cuando te encontrás a primera hora del día con tu cara lavada? A una mujer con ganas de seguir durmiendo, que trabaja varias horas por día y que debería bajar un cambio.
-¿En qué detalles de tu día dejás tu impronta? En mimar mucho a mi hijo y consentirlo con las cosas que le gustan. En organizar mi casa de modo que siempre esté todo ordenado y las cosas se encuentren rápidamente, organizar la biblioteca por tema y autores…
Hablar los temas importantes en familia, durante el almuerzo.
Buscar las mejores alternativas para desarrollar mi trabajo.
En las pequeñas cosas…
-¿Qué es la lucha? Es dar pelea, esforzarse siempre, sin debilidad, trabajar por aquello que considero justo evadiendo obstáculos que la vida te va poniendo en el camino para alcanzar una meta.
-¿Ante qué no claudicàs? Ante algo con lo que tuve inconvenientes, que no salió como esperaba, lo intento hasta lograrlo. Tampoco cedo ante las presiones, no bajo los brazos.
-¿Cómo eras de niña? Grande, siempre fui madura para la edad que tenía, quizás porque soy la mayor fui demasiado responsable. No me gustaban los juegos convencionales, las cosas que a los demás niños divertían…
-¿Qué le dirías hoy como mujer a la niña que fuiste? Que tendría que haberse divertido más, jugar con barro, comer el pollo con la mano, romperse más las medias, ensuciarse la ropa, raspar los zapatos…
-¿Qué pensaría de vos la niña que fuiste? Estaría orgullosa de lo que hemos logrado, porque nunca renuncié a mis convicciones.
-¿Qué mujeres te han inspirado? En primer término mi madre y mi hermana porque son dos luchadoras, Alicia Moreau, Victoria Ocampo, etc.
-¿Amás? Profundamente.
-¿Qué tienen de especial el ser o los seres que amás? Que son incondicionales y me conocen como nadie.
-¿Cómo es la relación con tu casa? Es mi templo, mi refugio, mi hogar. Allí es donde tengo más lavada la cara, es donde poseo
todo lo que amo, mi familia, mis libros, mi perro y cada detalle que me recuerda a un momento especial.
-¿Qué te gusta hacer en tu casa? Pintar, escuchar música, leer, proyectar, mirar películas.
-¿Cómo combinás tu labor más externa con tu vida privada? Trato de que sea armoniosa, busco un equilibrio, pero no siempre me desconecto de mi vida laboral, me cuesta. Me resulta difícil por ejemplo no estar todo el tiempo conectada para informarme y permanentemente estoy actualizándome, es un ejercicio diario.
-¿Con qué te mimás? Me voy de shopping.
-¿Cuándo fue la última vez que te miraste a los ojos y te dijiste te amo? No se me ocurrió hacerlo.
-¿Qué es la belleza? Es algo muy subjetivo, algo que agrada y genera un sentimiento de satisfacción, pero que debe combinarse con una construcción interior que tenga que ver con valores, principios, ideales, inteligencia.
-¿Te sentís bella? Por momentos…
-¿Qué te duele? La traición, la deslealtad, la mentira, la indiferencia ante el dolor y la necesidad, la naturalización de la violencia, la inacción, los niños que no pueden estudiar, alimentarse como corresponde, el maltrato animal, la discriminación, las muertes…
-¿Dónde está tu alma? Por ahora conmigo…
-¿Qué dolor te hizo piel y convivís con él? Lo dejo para mí.
-¿Por qué reís? Por las bromas de mi hijo y de mi marido, la felicidad de mis amigos, los buenos momentos compartidos.
-¿Qué es la muerte? Una transición.
-¿Por qué celebrás? Celebro la vida, la familia, los amigos, siempre busco una excusa para reunirme y celebrar.
-¿Qué no puede faltar en tu mesa? Champagne cuando tengo ganas de tomarlo.
-¿Cuál es tu último pensamiento antes de dormir? Que mañana sea mejor persona, que mi hijo sea feliz y logre todo lo que se
proponga.
-¿Tenés fe en algo? En Dios.
-¿Un sueño que quieras compartir? Es una frase remanida, pero sueño con que aprendamos a tolerarnos más, a comprometernos desde el lugar que podamos para poder sumar y hacer una sociedad mejor, estamos muy violentos y me preocupa.
-¿Cuál es tu próximo horizonte? No lo sé pero será bienvenido.
-¿Qué te dejó ésta entrevista? Me hizo pensar en temas que no me cuestionaba, casi como una sesión de terapia.
-¿Quién sos? Laura, una mujer simple y agradecida, con ganas de generar cosas, de aprender. Soy mamá de Giuliano y esposa de Norberto, hace veinte años trabajo en Comunicación e intento caminar por la vida tratando de no perder nunca la curiosidad, la capacidad de asombro y la pasión. Estoy a cara lavada cuando duermo.