Hace dos años, Alana Thompson era elegida en el programa “Princesitas” como reina de la belleza. Hoy la muestran como una caprichosa indomable en un reality.
"Ella ama el glamour y la belleza de los concursos", garantizaba ante las cámaras la madre de Alana Thompson hace dos años. El caso es que esa realidad quedaba más bien negada en las filmaciones que mostraban a la niña de entonces seis años arrastrándose por el suelo entre insultos y llantos al negarse rotundamente a hacerse rulos en el pelo durante horas.
El exceso de maquillaje, los movimientos sensuales y la personalidad desenfadada de la niña que se apodaba "Honey Boo Boo", cautivaron al público del polémico reality Princesitas, que colocó a Alana al primer puesto dentro de la pasarela que premiaba a la niña más popular del certamen.
La televisión veneró inmediatamente a la niña rubia de Georgia y a sus malos modales, quien protagonizó rápidamente tapas de revistas e incontables minutos de entrevistas. Y quizá la curiosidad de la gente haya sido lo que llevó hoy a Alana a protagonizar otro programa, pero esta vez con el fin de mostrar la intimidad de su escena familiar.
Si bien la madre de Honey Boo Boo merece un capítulo aparte en esta historia, hoy -a los ocho años-, Alana es símbolo del capricho, y se muestra en el programa transmitido por la cadena TLC como la cara visible de la "exaltación del mal gusto y la ignorancia", tal como admiten los críticos, quienes aseguran además que el trato a la niña está muy cercano a lo que es la explotación infantil.
"Los Thomson-Shannon representan a la perfección lo que en Estados Unidos se conoce como ‘rednecks' (‘cuellos rojos', en español), que es el término que se utiliza para describir a los estadounidenses blancos provenientes del sur de país, de estrato social bajo y con poca educación", aseguró el sitio de noticias BBC Mundo.
"El reality muestra el universo de los 'rednecks', que muchos espectadores nunca han vivido y que resulta fascinante. Mucha gente no querría estar en su situación, pero al mismo tiempo es una familia cuyos miembros se nota que se quieren y se apoyan, lo que hasta cierto punto es admirable", profundizó el periodista Mike Schneider de la revista TV Guide Magazine.
Por otra parte, Schneider aseguró a la BBC Mundo: "Alana dice cosas muy poco apropiadas para una niña de su edad. Y no hay que olvidar que viene del programa ´Princesitas´, que trata sobre madres que obligan a sus hijas a participar en los concursos de belleza infantiles, lo que para mucha gente es al mismo tiempo horrible y fascinante".