El gesto de Blondie puede decirse que fue el reflejo de un comienzo de vida difícil. Esta perrita de 5 años hace unos tres meses se volvió la madre de dos gatitos que habían sido abandonados en una ruta casi recién nacidos y rescatados por el dueño de la perra.

El amor fue tan grande y la naturaleza tan sabía que la semana que los felinos succionaran sus mamas sirvieron como estímulo para que la hormona prolactina se activara y su cuerpo comenzó a generar la leche que hoy alimenta a sus hijos adoptivos que crecen sanos y en familia con su nueva madre y otros 4 perros.

"Blondie fue mamá de 2 cachorros pero hace dos años. A ella la encontré en un basural que hay cerca de un río hace 5 años. Era chiquita, me la traje a casa y la comencé a cuidar", contó Jorge Rodríguez, un cirujano tucumano que aplicó sus conocimientos médicos para salvarle la vida a uno de los cachorros que los primeros días no tenía fuerzas ni para mamar.

"Un gatito es macho y se llama Iron. La hembra de llamé Ultra", comentó entre risas Jorge que es un triatleta amateur que viajó a distintas partes del mundo a competir de carreras de ultra resistencia como el Penta Ironman el año pasado en México.

Sobre los primeros días con los gatitos en su casa en Concepción , una ciudad 70 kilómetros al sur de San Miguel de Tucumán, relató que no fueron fáciles y qué Ultra casi muere: "Una vez le tuve que poner una sonda para pasarle alimento porque se estaba muriendo. La primera semana los tenía que alimentar con un sustituto lácteo cada 2 horas. Luego se dio lo de Blondie que los adoptó".

"Tengo 5 perros. Todos fueron rescatados. Encontrados lastimados y desnutridos. Ahora se sumaron los dos gatitos que juegan con ellos y ninguno les hace daño", explicó Jorge que lleva una planilla donde registra la evolución del peso de Iron y Ultra.

Sobre la relación entre Blondie y los gatitos contó: "Ella se siente su mamá. Cuando están con ella, no deja a ningún humano acercarse a ellos salvo a mi".

Al ser consultado si se quedará con Iron y Ultra, Jorge dijo que sí porque "ya son parte de la familia".



José María Costa / La Nación
Fotos: Jorge Rodríguez